Bastante mejor fue la experiencia de la primera escuela de porteros que llevaron a medias Guillén y Ángel en los campos de Oira, una escuela que ya piensa en la segunda edición. "El balance es muy positivo, me quedo con que muchos padres se acercaron a nosotros para preguntarnos si volveremos el año que viene. Eso quiere decir que hicimos bien las cosas", detalla el guardameta de la UD Ourense.

¿Y hay algún 'Patito' en ciernes? "Son todos muy pequeños, aunque había un sénior (Brais, guardameta del Rúa) y algún cadete, el resto eran niños de apenas cinco y seis años. No es importante ahora si alguno va a llegar a ser profesional del fútbol, lo importante son las ganas y la ilusión con la que venían a la escuela", remacha.