Al filo de las seis andaba el autobús del Ourense Envialia intentando encontrar Viveiro, localidad lucense donde el conjunto ourensano esperará el partido de esta tarde contra el Poio, cuarto de final de la Copa de España, a las cuatro.

A la competición del K.O. acude el equipo blanquinegro sin la presión que sí soportan Burela, segundo en la liga, organizador de la competición, y Atlético Navalcarnero, campeón. Cerca de treinta puntos, 27 en concreto, fue la diferencia entre ellos y el tercero, las ourensanas; apenas cuatro entre éstas y el séptimo, la Universidad de Alicante. Pero si un torneo es dado a las sorpresas ése es éste.

Presión que sí tiene el entrenador del Ourense Envialia, Gonzalo Iglesias. Por una promesa. "Me hace mucha ilusión llegar a la final, mi madre me ha prometido que irá a verla si la jugamos. En España nunca ha ido a un partido, sí lo hizo en Francia, dos veces, pero yo creo que más por visitar la ciudad", relata.

Idoya es la única baja en la expedición ourensana, Zaide, 17 años, que ya debutó contra el Majadahonda en el último partido de liga, ocupa su lugar. "Las sensaciones son muy buenas, llegamos con mucha alegría, en el autobús acabamos de celebrar el cumpleaños de Candela, nos hemos comido la tarta... El equipo ha entrenado a un buen nivel estas dos semanas", adelanta Iglesias, que cifra en un "cincuenta por ciento para cada equipo" las posibilidades de victoria. "Alguna variante vamos a introducir, pero pequeña, meter muchas cosas para un partido no es bueno. El trabajo de la temporada ya está hecho y ha sido bueno, del éxito al fracaso hay un balón al palo. Nada, a morder y a terminar después de haberlo dado todo, con la conciencia tranquila", remarca el entrenador.

¿Viene bien jugar la Copa ahora, habría venido mejor una semana después de la liga? "Son fechas que ya sabíamos y para ellas planificamos la temporada. Hombre, estas dos semanas nos han venido bien para recuperar jugadoras que llevaban una carga física muy grande. La temporada se ha hecho larga, al final son diez meses y una semana desde que empezamos. Pero la ilusión puede con todo, nos gusta mucho esta competición", detalla Iglesias.

Haberle ganado al Poio los dos partidos en la liga no le dice mucho al entrenador ourensano. "No, porque al partido que jugamos hace poco llegaron con bajas importantes, sin Silvia, sin Iria, con Antía recién salida de una lesión... Esperamos un partido muy igualado, esta eliminatoria junto con la que enfrenta a Alcorcón y Roldán son a priori las más equilibradas".

Los momentos difíciles

"Hemos de ser conscientes que vamos a jugar muchos minipartidos dentro del propio partido, vamos a tener que saber manejar los momentos difíciles, que los va a haber", observa Iglesias, que no esconde que lucenses y madrileñas parten un escalón por encima. "El Burela juega en casa y eso siempre es un doble filo, aunque es verdad que meten a mucha gente y aprietan mucho. Y el Atlético llega con la tranquilidad de haber ganado la liga", finaliza.