La UD Ourense sigue en la búsqueda de grupo dirigente. La opción que cobra más fuerza es la de unos cuantos empresarios gallegos, cuyo representante ya se reunió hace un par de semanas con Modesto García y quedaron en seguir profundizando. De salir adelante esta opción, muy probable, el club experimentaría un cambio drástico. Porque la idea que manejan los que serían nuevos inquilinos de la casa Couto es convertir el club en Sociedad Anónima Deportiva. Vamos, que la famosa frase de Alfonso Guerra de 'a España no la va a conocer ni la madre que la parió' sería perfectamente ajustable al conjunto rojillo. Con todo, esto no es sencillo. Obligaría al club a cambiar un artículo que dice que la conversión a SAD está prohibida salvo imperativo legal o que lo apruebe una mayoría muy amplia de la asamblea , no menos de dos tercios. El artículo se puede modificar, el problema sería para aquella gente que quiera mantener el modelo actual de club, algo que trataban de asegurar los estatutos.
Porque ahí vamos, a la asamblea. A la última. Resulta que valió para muy poco. El principal punto del día, abrir la mano a los abonados una vez ninguno de los 340 socios quiso dar el paso adelante y postularse para presidente, ha sido rechazado por la Xunta de Galicia, de manera que si se quiere mantener a la UD Ourense como es ahora sólo un socio podrá ser presidente. Lo que sí fue aceptado es que a partir de ahora baste con siete días, y no quince, para convocar una asamblea. Pero lo de que un socio dé el paso parece cada vez más remoto.
El club, ante la posibilidad de convocar una nueva asamblea, que en ella se modificase algún artículo y que fuese rechazado después por la Xunta, ha enviado un borrador en el que pide la aprobación a que cualquier abonado que lleve dos años de antigüedad pueda pagar la cuota de socio. 70 euros, y esquivar el rechazo del ente autonómico. En cualquier caso, no parece que los tiros vayan a ir por ahí, los tiros van por ese grupo, con importantes apoyos detrás, algunos de esos apoyos ya implantados en diversos clubes gallegos, no sólo de fútbol, que no entrarían en el club para mantener el modelo que decidieron menos de un millar de socios, irían mucho más allá.
Entrenador y socio
Ajeno a todo, relativamente porque además de entrenador es socio, anda Fernando Currás. Ya han pasado dos semanas desde que acabó la liga y ha recabado desde entonces "mucha información. Estamos pendientes de qué equipo vamos a poder hacer, depende de la realidad a la que nos enfrentemos. Cuanto antes se aclare todo, tiempo que ganamos", subraya.
"Sería muy importante que pronto decidamos qué es lo que vamos a hacer, tener claro lo que somos y lo que hemos hecho. No podemos esperar mucho más, la situación del club es muy buena, no sé a qué espera la gente para entrar, para ayudar. Soy el entrenador pero también soy socio, no es lo mismo contar con un presupuesto x que con un presupuesto x más y", finaliza Fernando Currás.
