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Gonzalo García de Vitoria: "Todo el mundo es de Ourense o tiene a alguien que es de Ourense"

"Yo soy pasional e impulsivo, mi mujer es más comedida; nos complementamos muy bien", subraya

Gonzalo García de Vitoria, el jueves, nada más terminar el tercer partido contra el Oviedo. // Carlos Peteiro

Hace unas pocas horas, Gonzalo García brincaba en el banquillo del Río Ourense Termal en los tensos últimos minutos del partido contra el Oviedo; hace unas pocas menos, el entrenador del COB preparaba un puré de verduras para su hija de trece meses, Leire. Es el otro García de Vitoria, el marido, el padre, el cocinero...

- Cómo vive el día después el padre entrenador?

- Muy tranquilo, con la satisfacción de haber cumplido el objetivo. Tenemos ahora tres días libres, tres días para disfrutar de la familia, que la he tenido bastante aparcada durante las dos últimas semanas. El lunes volveremos a los entrenamientos, estos días me vendrán bien para cargar energías.

- Estaba soltero cuando entrenaba en Melilla, casado y con una niña en Ourense... Es muy diferente...

- La vida te cambia, pero no tanto. Me gustó salir, como a todo el mundo, pero por encima de eso soy bastante casero, estar en casa con amigos. Ahora vivo con mucha más tranquilidad, mi mujer (Sandra) se complementa muy bien conmigo, yo soy pasional e impulsivo, ella es más comedida. Nos equilibramos.

- Saldrá en las conversaciones en casa la famosa maleta con ruedas de los entrenadores, ¿no?

- Sale, es inevitable. La responsabilidad que tengo ahora es mayor, cuando estás soltero tú eres el único responsable y beneficiario de las cosas, tú disfrutas y tú sufres. Ahora es diferente, tienes una familia detrás.

- Pero lo han hablado...

- Lo hablamos desde el principio. Es evidente que la de entrenador de un equipo profesional es una profesión difícil para tener una pareja estable. Tienes tres maneras de afrontarlo, la famosa maleta con ruedas, lo que quiere decir que si se acuerdan de ti es porque estás haciendo las cosas bien; la maleta para uno solo, con lo que la relación pasa a ser a distancia; y cada uno por su lado... Todo eso tienes que valorarlo. Es complicado mover una familia.

-Muchos años en la liga y sin embargo sólo tres equipos, ¿se considera una rara avis?

- Un poco sí, es algo anormal. Burgos, Melilla y ahora Ourense. Lo habitual es estar dos, tres años en cada equipo, bien porque tú quieres cambiar o bien porque te cambian. Recuerdo el primer año aquí, fue complicado; qué decir de la temporada pasada, cuando estuvimos tanto tiempo sin ganar. Siempre he creído en los proyectos, en los clubes, y los hechos lo demuestran. No soy un entrenador que anteponga mi interés al del club, nunca los he dejado como un solar, no he gastado más de lo que se podía.

- Además de Burgos, Melilla y Ourense, ha trabajado en Guadalajara, Hellín... Ciudades pequeñas...

- He vivido en Madrid, en Bilbao;en Madrid en Pozuelo, en Bilbao en Getxo... Me gustan las ciudades pequeñas, siempre me ha parecido que si empleas una hora en ir de un sitio a otro estás perdiendo momentos de ocio. Ourense lo conocía de venir a jugar, todo el mundo o es de Ourense o tiene a alguien que es de Ourense, los padres de uno de mis mejores amigos son de una aldea de Maceda y yo venía cuatro o cinco días en verano. Ourense es más parecido a Bilbao que a Melilla, de Madrid para arriba la gente se parece más que para abajo. No sé, el clima hace mucho, el sol te hace ser más optimista. Los del norte quizá somos más cerrados, pero más fieles. Es la riqueza que te da el viajar por España, un país tan pequeño con gente tan diferente... El primer verano después de dejar Melilla miraba a mis amigas y decía, 'qué diferentes somos todos', ni mejor ni peor. Es increíble, tan diferentes.... Viajar es el mejor antídoto contra el nacionalismo y los localismos.

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