El Athletic Club ha encontrado en Iñaki Williams el relevo perfecto para el veterano Aritz Aduriz, el último de los grandes goleadores de San Mamés. El joven bilbaíno de madre liberiana y padre ghanés ha ido ganándose la confianza de la afición rojiblanca con goles que fallaba con reiteración en sus comienzos con Ernesto Valverde y tras despuntar en el filial rojiblanco. Williams se ha convertido en una pesadilla para las defensas rivales por su velocidad y movimientos por todo el frente del ataque. En la primera vuelta en Balaídos fue el responsable de la derrota del Celta (1-2), pues sirvió a su compañero y amigo Iker Muniain el primer tanto y rompió la igualada de Fran Beltrán superando por velocidad a los zagueros celestes tras un saque en largo del portero Iago Herrerín. Para evitar que Williams protagonice el partido de mañana en San Mamés, Fran Escribá prepara un antídoto, que podría consistir en modificar la pareja de centrales habitual en las últimas semanas (Cabral-Araújo) para contrarrestar la velocidad de la gacela africana. David Costas cuenta con muchas opciones de recuperar la titularidad.

"Él nunca ha negado que siendo vasco jamás renuncia a su alma africana, es decir, a su poder vertiginoso, a su potencia y a su visión de gol. Williams, el vasco-ghanés-liberiano, es fundamentalmente un goleador en estado puro. Lo que ha demostrado hasta el momento es que se trata de un futbolista difícil de marcar", escribía el desaparecido Eduardo Rodrigálvarez sobre el delantero del Athletic, que en la actual temporada acumula 14 goles (2 de ellos en Copa) y 4 asistencias, aparte de que ya contabiliza 117 partidos ininterrumpidos en LaLiga. Va camino de superar los 132 de Carmelo Cedrún, exentrenador del Celta, en la portería del Athletic.

Escribá suele aplicar algún retoque en el once habitual del Celta cuando lo requieren las características del rival. Ante el Espanyol, dejó en el banquillo a Cabral y a Araújo para que Costas y Hoedt intentasen frenar un ataque liderado por el excéltico Borja Iglesias. Al entrenador valenciano le preocupaba la velocidad de los delanteros pericos, según reconoció días más tarde, cuando el relevo en la pareja de centrales se entendía como simples rotaciones para repartir esfuerzos en una intensa semana con tres compromisos de Liga.

En la primera vuelta, y con Cardoso al frente de los célticos, el conjunto gallego intentó frenar a Williams, Córdoba y Muniain con Cabral y Araújo como dúo de centrales. La gacela africana fue el protagonista del partido, con una asistencia y un gol. En la posición de ariete, pero con libertad para caer a las bandas, Williams fue una pesadilla, como años atrás lo había sido un Aduriz que afronta la recta final de su carrera en el banquillo.

"Trabajo para ser el 9 del Athletic. Me siento muy cómodo jugando ahí. Aduriz siempre me dice que la definición la vas cogiendo a base de partidos. A mí me encantaría recoger el testigo de Aduriz, pero a él le quedan años de fútbol", respondía Williams al programa "Fuera de Juego", de Radio Euskadi.

A punto de cumplir los 25 años, el futbolista que nació en Bilbao y que comenzó a jugar al fútbol en el Pamplona, antes de comprometerse con 10 años con el Athletic, deja en cada partido detalles de su velocidad, agilidad y descaro que lo convierten en uno de los delanteros más peligrosos de LaLiga.

Mañana a media tarde, el Celta volverá a cruzarse con un futbolista que resulta muy incómodo para las defensas rivales por su movilidad y rapidez de reacción. Ante un delantero de esas características, David Costas resulta, a priori, la alternativa para marcarle por ser el más rápido de los centrales de la plantilla. El de Chapela suele formar pareja con Hoedt. El holandés, sin embargo, ha perdido presencia en el once con el valenciano, que parece decantarse por la sobriedad y el brío del mexicano Néstor Araújo. Aunque tampoco se descarta la presencia de Costas junto a Cabral, como probó el técnico esta semana en A Madroa, para frenar a la gacela africana, que lleva un 2019 desbocado. Entre el 16 de marzo y el 14 de abril anotó cinco goles. "Cuando había críticas de que de '9' no funcionaba, a base de trabajo, goles y asistencias ha tapado las críticas. Al equipo le da mucho, es muy importante", señalaba días atrás Muniain sobre Williams, contra quien Escribá prepara un antídoto con la intención de que en San Mamés no amargue a un Celta que necesita puntuar para sellar la permanencia cuanto antes.