El Río Ourense Termal desaprovechó la primera bala de play off, contra el Palencia. Los ourensanos, que llegaron a estar 14 abajo, tuvieron la última bola para al menos forzar la prórroga, pero el lanzamiento de tres de Zamora no llegó a la canasta. 52-55 después de un partido en el que tirar más allá del arco fue algo así como disparar en la feria con la típica escopeta que lanza las balas de lado. 5 de 40 fue la serie entre ambos equipos, 1 de 20 en el caso del COB. Sólo entró, y contra tablero, un lanzamiento de Zamora a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto. El trabajo bien hecho hasta la fecha le da al Ourense una segunda oportunidad, el viernes contra un equipo ya descendido, el Araberri. Ahí sí que ni puede ni debe fallar.

Suele decirse en el tenis que el último punto es el más complicado. Da lo mismo que estés haciendo un partido espectacular o que la ventaja con la que llegas sea irrecuperable para el rival. Esa sensación ofreció el Río Ourense Termal, cuyos tres primeros ataques fueron dos pérdidas de balón, que anotó la primera cesta al quinto intento, que al descanso apenas había anotado 21 puntos. Enfrente, Otegi reinaba, cuatro puntos y dos asistencias para los ocho primeros puntos visitantes. Marco le echó una mano a García de Vitoria y lo sentó. Un triple de Hermanson estableció las primeras diferencias, 6-11, recortada al final del periodo, 12-13.

Ott y Pepo Vidal fueron los dos jugadores del COB que empezaron el partido y lo continuaron más allá del primer cuarto. Ott no veía aro, Pepo sí encontraba manos amigas con las que fabricar puntos. En pleno éxtasis del uruguayo, que a las asistencias unía robos, el Ourense tomó la delantera, 14-13, 16-15. Pero había que darle un respiro, claro, y el equipo le echó de menos. Palencia, en el que tampoco aparecía Vasturia, su referencia ofensiva, sumaba con puntos interiores, de manera que volvió a pegar un estirón, 19-24, 19-28 poco después, 21-28 en el descanso.

Los peores minutos de los ourensanos coincidieron con la vuelta de vestuarios. Una canasta de tres de Hermanson colocó un 23-31. Los visitantes sacaban el hacha por dentro, por fuera ya se encargaban los ourensanos de darse con una pared. Es por eso que ante la insistencia en las penetraciones llegaron las faltas, en bonus los palentinos a falta de más de siete minutos. El problema es que el COB no se acercaba por la línea de tiros libres, con lo que los de Carles Marco iban aumentando la ventaja, que llegó a un tope de 14 puntos, 27-41 tras una cesta de Grimau. No llegó a más porque Ott entró en trance, siete puntos que dejaron la desventaja en nueve, 36-45.

Con el paso de los minutos fueron recortando los de García, que se colocaron a cinco y no atinaron durante varios ataques a bajar de ahí. Un canastón de Vasturia pareció adelantar el final, pero contestó Zamora, 49-53, que continuó desde el tiro libre, 52-55. Ahí murió el COB, justo en la orilla.