El Alondras profanó el campo de un Arenteiro que llevaba cuatro partidos sin perder. "El equipo supo sobreponerse a las adversidades y sacar adelante un partido en el que el rival se encerró atrás con cinco defensas, nos dio el balón y se dedicó a intentar robar y contragolpear", subrayó el entrenador rojiblanco, Antonio Fernández.

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