No está siendo alegre la vuelta del Antela a la Preferente autonómica. Con problemas desde el principio, los ourensanos cierran el grupo, con apenas tres victorias que llevarse a la boca. "Está pasando lo esperado", relata Moisés Pereiro, el entrenador. "La directiva apostó por gente de Xinzo e hizo un presupuesto austero. La intención era mantener la categoría, claro, pero tampoco pasaba nada si no se conseguía. En fin, la situación es la que es", añade Pereiro.

Pereiro cumple la primera temporada en Xinzo. Está claro que no era esto lo que esperaba, ¿no? "Sabía que era una plaza complicada, el salto a la Preferente es grande, en esta categoría se necesita experiencia, gente con digamos cuajo. Nuestros jugadores han ido creciendo, tenemos una media de edad de entre 19 y 20 años. A mitad de temporada nos quedamos muy justos. Y lo estamos sufriendo", detalla Pereiro.

Descolgado marcha el Antela, once puntos por detrás de la permanencia, arrastres de Tercera al margen. "Estamos compitiendo bastante bien dentro de las limitaciones, muchos partidos nos los han remontado en los últimos diez, quince minutos. ¿Por qué? Por falta de experiencia, por ansiedad. Y por falta de plantilla", remarca. Y se extiende: "Íbamos ganando 2-0 y quedaba un cuarto de hora. ¿Qué pasaba? Que nadie quería el balón, nadie sabía perder tiempo... Al final lo pagas. No sé, si hubiésemos empezado bien habríamos encarado la temporada con otra ilusión. Pero las cosas han ido mal desde el principio".

¿Qué se le pide a los chicos en una situación así? "Es complicado, es una tarea difícil. Buscamos objetivos individuales, como puede ser su proyección. Muchas de las primeras partes de los partidos han estado igualadas, luego ya no tanto. Tenemos que seguir, jugar al fútbol tiene que suponer un disfrute para ellos ahora que la presión no existe. Con todo, soy consciente que la motivación cuando vas último y descolgado es difícil, se pierde con el paso de los partidos. Se cumple aquello de que el fútbol es un estado de ánimo".

¿Se ha ido bajando gente del carro? "Sí, y lo entiendo. Para los futbolistas, esto del fútbol no deja de ser un hobby, nadie vive de esto aquí. Tienen a su cargo granjas, tienen sus trabajos. Sé que venir a entrenar todos los días supone un sacrificio grande".

¿Tiene pensado continuar? "Complicado, el año está siendo muy duro y quieras o no supone un desgaste. Entiendo la idea del club, es más, la admiro. Tener los pies en el suelo siempre es algo bueno".

¿Y qué tal la experiencia? "Muy enriquecedora. Otra cosa es querer pelear en esta categoría con pocos medios. Es muy complicado, le das mil vueltas a la cabeza. En lo que queda vamos a rotar, darle minutos a otros jugadores pensando ya en el próximo año, con luces largas", adelanta Pereiro, que a la pregunta de qué proyecto le gustaría responde que "ni lo he pensado, sólo queremos acabar dignamente".