Las desgracias nunca vienen solas. El Bande, equipo ourensano de la Preferente autonómica, es el mejor ejemplo. Los de Silva, derrotados los ocho últimos partidos, perdieron el domingo ése que nunca querrían perder, minutos antes del partido falleció, en el campo, el abuelo de Alberto Blanco, futbolista del equipo. El encuentro fue aplazado y todo apunta se disputará en Semana Santa.

"Precisamente ahora venía del entierro. No, nunca había vivido algo así y sólo espero no volver a vivirlo", remarca Luis Silva, el entrenador, que afronta la primera temporada con el Bande después de haber hecho campeón de la Copa B al Covadonga la pasada, con el que ascendió de categoría. "Fue una situación muy dura para todos, nos avisaron que algo pasaba y cuando la Guardia Civil ordenó desalojar el campo es cuando nos dimos con la noticia. Una pena, algo muy difícil de encajar".

Deportivamente, las cosas no andan mejor. "Tampoco me había pasado nunca perder ocho partidos seguidos, y le digo lo mismo, espero sea la última vez. ¿Que nos pasa? Muchas cosas, lesiones, desánimo, que 17 jugadores son nuevos, que no habían jugado en esta categoría. Nos está costando el doble que al resto", detalla Silva. "Quizá llegamos a los 30 puntos demasiado pronto, sabíamos que nuestro destino iba a ser luchar hasta el final", añade.

Lo que sorprende es que el bache haya llegado tan tarde, con tanto jugador nuevo y sin vuelo en la categoría igual habría sido más normal al principio... "Ha sido a partir de enero, nos llegó un ciclón en navidades. Seguimos dependiendo de nosotros, pero ahí están los arrastres de Tercera... Tenemos ahora cuatro enfrentamientos directos, éste que no hemos jugado contra el Grove, Xinzo, Velle en casa, ahí nos lo vamos a jugar todo, y Alertanavia fuera. Estos partidos nos van a decir si podemos pelear hasta el final", termina Silva.