La UD Ourense no pudo detener el ciclón en el que se ha convertido el Paiosaco en el último mes, que se llevó por delante a los ourensanos en la que es la tercera derrota del curso como visitante. Contundente, un 3-0 que los de Currás sólo habían recibido en Calabagueiros. Con todo, los rojillos continúan en puesto de play off, aunque bajan de la tercera a la cuarta posición. El colchón que manejan, seis puntos, le permite mirar el futuro con los ojos azules. Sin confianzas pero sin agobios. Y con los dientes apretados de cara a la visita en siete días del Compostela.

La UD salió malparada de un partido muy intenso, jugado a un ritmo alto. Predominaron los choques, las disputas, la pelea. Llegar a la puerta rival era una odisea, siempre había alguna pierna por el camino que abortaba los ataques. Nada nuevo bajo el sol, nada que los ourensanos no se esperasen.

Pasaban los minutos sin mayores novedades, mientras en otros campos los goles jarreaban. El líder Bergantiños ya se había comido dos del Arosa antes de la media hora, el Ferrol iba por el mismo camino en San Lázaro. Tampoco le iba mejor al Barco, por debajo en Alondras desde el segundo minuto de juego. Aquí hay para todos.

Acertar con el gol cambia los partidos. En el mejor momento de la UD, cuando el portero había mandado a la esquina un mano a mano con Isma, Javi Fuentes acertó a cazar un rechace para deshacer el empate inicial. Se había sobrepasado por poco la media hora de juego y al Ourense le tocaba remar contra la corriente. En plena efervescencia, Pato sacó una mano que le negó el segundo a Otero.

Tras el paso por vestuarios llegó un segundo mazazo. Apenas tres minutos con el balón rodando cuando Otero cazó una pelota que Pato tocó pero no paro. Cuatro después, Currás quemó las naves dando entrada a David y Adrián.

Los postes aparecieron en escena. A uno de ellos mandó la pelota Adrián a los 54 minutos de partido, después que el guardameta hubiese sacado un cabezazo de Germán. Demasiada puntería.

La locura se desató entre los aficionados locales cuando Eiroa superó a Pato con una vaselina en el minuto 71. Poco les importó la expulsión posterior de Javi Fuentes y ni se inmutaron cuando Alfredo estampó en el larguero una falta.

No fue como la anterior pero casi. Esta vez sí ganaron alguno de los seis primeros, pero los batacazos de los mejor clasificados volvieron a repetirse. El más sonoro fue el del líder, un Bergantiños que sólo en los minutos de añadido pudo adecentar lo que era un bofetón en toda regla. El 2-4 final ante el Arosa no le impide continuar en lo más alto.

Y continúa en lo más alto porque el Ferrol también recibió cuatro en si visita a San Lázaro, 4-3 al final pese que el marcador llegó a reflejar un rotundo 4-1.

A la tercera posición han ascendido ahora los santiagueses, con un punto de ventaja sobre una UD Ourense que también fue engullida por un Paiosaco empeñado en soñar.

Quinto es ahora el Alondras, al que un gol nada más empezar le bastó para derrotar al Barco y adelantar a los ourensanos en la clasificación, Los valdeorreses caen al séptimo puesto, superados también por el Arosa, los dos con 42 puntos. Y ojo con el Silva, que volvió a ganar y parece haber metido la séptima velocidad.