Fran Escribá perfila su primer once al frente del Celta con algunas certezas y bastantes dudas sobre las piezas que el preparador valenciano dispondrá mañana sobre el tapete de Balaídos para buscar frente al Betis un triunfo que se le resiste a los celestes desde comienzos de febrero pasado, cuando derrotaron al Sevilla gracias a un único tanto de Okay Yokuslu.

La llegada de un nuevo técnico (el tercero ya este curso) suele cambiar dinámicas en el grupo. Aunque sobre el papel todos los futbolista parten de cero, la jerarquía del vestuario (y más en la delicada situación clasificatoria del Celta), la condición de forma y las características del adversario van a condicionar las preferencias de Escribá para medirse mañana a los verdiblancos.

El cambio de esquema, descartando la defensa de cinco hombres empleada por Miguel Cardoso en los últimos dos desplazamientos a Vitoria y Eibar, parece también un hecho. Aunque el esquema más empleado por Escribá ha sido el 4-4-2 la ausencia por lesión de Iago Aspas (a quien no se espera de vuelta hasta después del próximo parón de selecciones) hace pensar que el técnico va a inclinarse mañana por un dibujo de un solo delantero centro, muy probablemente un 4-2-3-1 con Maxi Gómez como referencia en punta.

La presencia del artillero uruguayo es una apuesta segura para conformar en un once con muchos puestos en disputa, empezando por la portería. Tanto Sergio Álvarez, titular con Antonio Mohamed, como Rubén Blanco, el guardameta elegido por Miguel Cardoso, han dispuesto de minutos esta temporada con números similares, aunque las buenas actuaciones del portero mosense en los últimos compromisos ligueros le hacen partir con ventaja sobre el cancerbero catoirano para enfrentarse a los de Quique Setién.

En defensa la única certeza es Hugo Mallo, como lateral derecho. La probable ausencia de Kevin, que ayer no disponía todavía del alta médica, pero sobre todo la calidad y jerarquía del capitán lo convierten en una pieza imprescindible de este equipo. Para la banda izquierda Juncà, pese a la desmesurada fragilidad defensiva que ha arrastrado el Celta durante todo el curso por el costado zurdo, parece estar por delante en el orden de preferencias del técnico que Lucas Olaza, cuyo rendimiento es, más de un mes después de cerrarse su cesión, una incógnita por despejar.

En el eje de la línea defensiva, todas las posibilidades están abiertas. Su condición de único central zurdo de la plantilla convierte al holandés Wesley Hoedt en el favorito para ocupar el perfil izquierdo, mientras que David Costas, Néstor Araújo y (en menor medida) Gustavo Cabral se disputarán seguramente la plaza de central derecho.

Para el doble pivote las opciones más fiables parecen ser Okay Yokuslu y Stanislav Lobotka, sin descartar que el técnico se decida por otras alternativas, como Fran Beltrán, Mathias Jensen, con el que probó el pasado martes, o incluso Jozabed Sánchez.

En la línea de volantes, Brais Méndez se perfila como la elección más probable para ocupar la posición de enganche con la delantera. Las bandas presentan más incógnitas. Boufal, Sisto, Hjulsager y Boudebouz (que no está sujeto a la cláusula del miedo y podrá ser alineado frente al Betis) se disputan sobre el papel dos puestos, pues no resulta muy creíble que el nuevo técnico se decida a dar la alternativa al repescado Emre Mor. El delantero del filial Emmanuel Apeh, mientras, se presenta como alternativa de banquillo para Maxi.