La UD Ourense se encontrará el domingo en el campo de A Porta Santa a un adversario situado en puesto de descenso, dato que no debe invitar a la más mínima confianza. Porque, por ejemplo, allí cayó el Ferrol en la primera vuelta, en un campo de hierba artificial muy diferente al de O Couto. Además, el Paiosaco viene de puntuar en A Malata, el mismo 2-2 que arañó en San Lázaro dos semanas antes. Es tercero por la cola, sí, pero a apenas dos puntos del Vilalbés, decimocuarto. Y si nos quedamos únicamente con los partidos como local, encontraremos al equipo verdiblanco en el puesto decimotercero. Eso sí, en el partido de la primera vuelta salieron goleados de Ourense.

Todo es novedoso en el equipo que entrena Juan Emilio Rivero. El Alondras fue la primera víctima, papel que fueron cumpliendo seguidamente Ferrol, Boiro, Arenteiro y Vilalbés. Eso sí, desde la victoria sobre los lucenses, jornada decimoquinta, todos aquellos que han visitado a los coruñeses, y han sido cinco, han sacado puntos.

Rivero recupera para recibir a los ourensanos a los delanteros Eloy y Jesús, y espera también poder contar con los defensas Popi y Ventola.

Plenamente adaptados

"Hace ya unas cuantas jornadas que sí se puede decir que estamos adaptados a la categoría, durante la primera vuelta recibimos varias derrotas abultadas. Ahora no, ahora somos un equipo ordenado que sabe esperar su momento, que siempre llega", remarca el entrenador herculino, 48 años, 13 temporadas en el Deportivo, siete de ellas al mando del Fabril, cuarta en el Paiosaco, primera en Tercera.

"¿Que llevamos cinco partidos sin ganar en casa? Claro, porque tenemos un déficit importante, que no hacemos goles. Pero en los partidos estamos siempre. El que más lleva apenas suma cinco. Somos un equipo muy coral, ocasiones creamos, pero no las metemos", añade el entrenador herculino.

"Presión aquí ninguna, cero patatero. Todos los futbolistas cobran lo mismo, 300 euros, ésa es la realidad con la que competimos. La gente está encantada con nosotros, hacía 35 años que el equipo no ganaba la Copa Coruña, ahora la hemos conquistado dos veces seguidas. Somos una pequeña parroquia en un concello pequeño como el de Laracha, este equipo siempre ha estado en Segunda regional.

La clave es que la directiva no perdió la cabeza, esta temporada es un regalo para este club, la unión es la clave para poder mantener la categoría. Y en ello estamos", remacha.