Francisco Escribá Segura (Valencia, 3 de mayo de 1965) ya ejerce como entrenador del Celta después de que en la tarde de ayer fuese presentado en A Sede de Príncipe, donde desveló que prefirió la oferta del Celta antes que otras por las buenas referencias que tenía del club y el equipo con el que trabajará a partir de esta mañana en A Madroa con el objetivo de evitar el descenso en las doce jornadas que restan de LaLiga. "El club y la ciudad merecen estar en Primera División", proclamó Escribá, quien confía en la capacidad de la plantilla para salir del atolladero en el que le metieron Miguel Cardoso (11 puntos en 14 partidos) y Antonio Mohamed (14 puntos en 12 jornadas). El tercer proyecto céltico de esta temporada lo dirigirá un entrenador que sí conoce el fútbol español: dirigió a Villarreal,Getafe y Elche, en Primera, además de trabajar con Quique Sánchez Flores en el Atlético de Madrid, Valencia y Getafe. "Confiamos en tu profesionalidad y esfuerzo para dejar al club en Primera", manifestó el presidente, Carlos Mouriño, al nuevo técnico.

"Me gustaba el reto.El Celta es un club que siempre me había gustado. He tenido exjugadores que han estado aquí (el vigués Roberto Lago, entre otros) y siempre me han hablado bien del club. Tuve otras opciones y las rechacé esperando una que me gustara. Me gusta la plantilla, el club, lo que veía, y pienso que es un proyecto ideal para mí. Aunque la situación es difícil, vengo con muchísima ilusión para ayudar a sacar al equipo de donde está", explicó Escribá en su presentación, acompañado del presidente del club, Carlos Mouriño, y el director deportivo, Felipe Miñambres.

A pesar de que ocupa la decimoséptima plaza de la clasificación, a dos puntos de los puestos de descenso, el preparador valenciano ve capacitado al Celta para salir adelante. "El equipo está más que preparado para sumar puntos más que suficientes para alcanzar el objetivo. Plantearse plazos no va con mi forma de ser. El club lleva tiempo ahí abajo, sabe que el objetivo es la permanencia y los jugadores están más que preparados. Nunca están los tres peores equipos en la zona baja, siempre hay alguno que por circunstancias entra ahí", reiteró Fran Escribá en su análisis de la situación de su nuevo equipo, al que ha seguido esta temporada.

Habla el nuevo entrenador céltico del estado anímico de un equipo que se ha visto relegado a los últimos lugares de la clasificación después de iniciar el curso con el objetivo de pelear por un puesto europeo. Y tiene una explicación sobre ello y aborda la situación con optimismo: "Cuando un equipo está en una situación que no espera, hay varias circunstancias. Además de que pueda haber errores futbolísticos, también hay un tema anímico. Los golpes, cuando uno está débil a nivel anímico, duelen más. Veo al equipo con ganas. Si hay algo que me llamaba la atención en los partidos es que el equipo no bajaba los brazos. Estarán preparados para afrontar lo que queda. El club y la ciudad merecen estar en Primera".

Aunque su dibujo táctico favorito es el 4-4-2, Escribá sabe que la plantilla del Celta carece de extremos, por lo que aboga por el 4-2-3-1, con el que también han jugado sus anteriores equipos. Como entrenador, ha destacado por alcanzar un gran rendimiento defensivo, con bajos porcentajes de goles encajados. De hecho, valora más un Premio Zamora que un Pichichi. "Equilibrio" es la palabra que subraya al resumir el diagnóstico de los problemas del Celta por la gran sangría de goles (44 en 26 jornadas). "Cuando un equipo encaja tantos goles no creo que el problema sea tanto defensivo como de equilibrio; creo que el Celta es un equipo que puede atacar y defender bien".

Sabe Escribá que carecerá de tiempo para implantar nuevos métodos de juego. Tiene claro el camino para adaptarse a la situación y buscar rendimientos inmediatos: "Nada de lo que pueda implantar va a necesitar una adaptación enorme por parte del jugador. Los futbolistas no van a tener ningún tipo de problema en adaptarse a lo que yo pueda proponer. Con independencia de la adaptación mutua, estoy seguro de que no va a haber ningún problema por ninguna parte", incide en su discurso sobre la preparación de una plantilla que pasó de un anárquico Mohamed a un metódico Cardoso. "El equipo tiene calidad y jugadores para poder jugar distintas variantes; la riqueza de un equipo reside en poder jugar con otros esquemas tácticos. Siempre he estado abierto a otras variantes, y así va a ser de aquí a que acabe la temporada", añadió.

Mouriño, quien agradeció el trabajo "muy profesional y honesto" de Cardoso, confía en que la experiencia de Escribá en LaLiga "sirva para solventar esta situación de mantener al Celta en Primera División porque para nosotros es muy importante".