Al borde del precipicio antes de abordar el último tercio de la temporada, el Celta hace números para la permanencia. Se calcula que el equipo celeste necesitará hacer unos 18 puntos en los 14 partidos que restan por jugarse para alcanzar los 42 puntos en los que fácilmente puede situarse esta temporada el horizonte de la salvación, lo que necesariamente va a implicar mejorar la exigua media de un punto por partido firmada en las primeras 24 jornadas de competición y que bajo el mando de Miguel Cardoso apenas alcanza un pobre promedio de 0,8 (10 puntos de 36 posibles) por jornada.

La media de puntuación de los celestes es especialmente descorazonadora lejos de Balaídos: 0,5 puntos por encuentro con Antonio Mohamed (4 puntos de 10 posibles gracias a la victoria en el Ciutat de Valencia y a los empates arañados en Mestalla y el Benito Villamarín) y 0,18 (3 puntos de 18 en juego, merced a un único triunfo en el Estadio de la Cerámica) con el actual técnico.

Por consiguiente, las opciones de salvación del Celta pasan necesariamente por mejorar el mísero rendimiento que el conjunto vigués ha ofrecido este curso lejos de Balaídos, donde debe afrontar 8 de los 14 encuentros que faltan por disputarse en campos tradicionalmente poco asequibles, como Mendizorroza o San Mamés o estadios de rivales de la zona alta, como el Santiago Bernabéu o el Wanda Metropolitano. En casa, mientras, los celestes reciben, por este orden, al Betis, el Villarreal, la Real Sociedad, el Girona, el Barcelona y Rayo Vallecano, con cuya visita se clausura el presente curso.

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El mayor desafío está fuera de casa, empezando por el doble desplazamiento al País Vasco que los celestes deberán afrontar en los próximos dos compromisos ligueros, el próximo sábado en Mendizorroza, donde el cuadro vigués desconoce la victoria en Primera División, y el domingo 3 de marzo, en el siempre complicado campo del Eibar.

Tras recibir al Betis en Balaídos la secuencia competitiva fuera de casa se reanuda en el Santiago Bernabéu con un Real Madrid aún vivo en la lucha por La Liga. El último parón de selecciones de la temporada dará paso a la visita del Villarreal en el último fin de semana del mes de marzo.

El mes de abril se inicia con el desplazamiento entre semana a El Alcoraz, el campo del colista, Huesca, que el equipo vigués cata por primera vez en Primera División. Será el primero de los encuentros de un mes muy intenso con seis partidos en liza: la Real Sociedad y el Girona en casa y vistas al Wanda Metropolitano, el RDC Espanyol Stadium (en el último de los encuentros de la temporada programados entre semana) y Butarque.

LaLiga se cierra en mayo con otros tres encuentros, dos de ellos en Balaídos. El mes se abre con la visita del Barcelona. El duelo frente a los azulgranas da paso al último desplazamiento de la temporada a San Mamés antes de cerrar la competición en casa frente al Rayo Vallecano en un postrero choque que incluso podría decidir la permanencia.

El desafío está servido e implica mejorar muy considerablemente las prestaciones que el equipo ha venido ofreciendo hasta la fecha para garantizarse la continuidad en Primera. No en vano, para conseguir los 18 puntos que sobre el papel pueden garantizar la salvación esta temporada los celestes tendrán que conseguir casi la mitad de los puntos en juego (18 de 42).