Balaídos vuelve a presentarse como una tabla de salvación para un Celta que continúa peleando por levantar el vuelo y superar la complicada situación en la que se encuentra después de sumar 7 puntos de los últimos 27 disputados.

Los célticos pudieron escapar de la zona de descenso hace quince días tras ganar al Sevilla (1-0) con la ayuda del celtismo, que se volcó con su equipo desde horas antes del inicio del encuentro.

En esta ocasión, la afición no ha llamado a rebato, no se espera una quedada para recibir al autobús de los futbolistas. El punto de ventaja que los de Cardoso llevan sobre el antepenúltimo clasificado enfrió los ánimos para la visita del Levante (Balaídos, 13:00 horas, Bein LaLiga), un rival directo en estos momentos de penuria que llega a Vigo con tres puntos de ventaja sobre un Celta diezmado por la baja del sancionado Maxi Gómez (Apelación rechazó el recurso del club) y los problemas físicos de Iago Aspas que seguramente le lleven al banquillo. Recuperado a última hora Hugo Mallo, el técnico de Trofa también podrá contar con Okay Yokuslu en la medular después de que el turco cumpliese el partido de castigo por tarjetas.

Los celestes podrían presentarse ante los granotas con una defensa de cinco, como ya ocurrió en Getafe, y con Boufal como falso nueve como solución a la ausencia de sus dos máximo goleadores. Cabral, Olaza y Hjulsager han sido descartados, mientras que Radoja y Mor continúan fuera de los planes del equipo.

Las limitaciones del Celta como visitante -no gana fuera desde hace dos meses, tras superar por 2-3 al Villarreal- le llevan a confiarlo todo a la capacidad de respuesta que encuentra en Balaídos con el apoyo de su afición. Así, en Vigo ha sumado las dos terceras partes de sus puntos (16 de 24) y hoy confía en añadir tres más para alcanzar al Levante en la tabla y aprovechar que varios rivales directos se enfrentan en esta jornada a los cuatro primeros clasificados.

Obtener la séptima victoria del campeonato supondría un buen avance y un alivio enorme para el Celta mientras gana tiempo para recuperar físicamente a su estrella. Aspas sigue sin recuperarse al cien por cien de la rotura fibrilar que sufrió en el gemelo derecho en el último partido de 2018. Continúa con "malas sensaciones" el moañés a pesar de haber jugado veinticinco minutos en Getafe, por lo que no parece probable que Cardoso lo incluya en el once inicial.

De ser así, sería la primera vez en las dos últimas temporadas que el Celta se presenta a un partido de Liga sin Aspas y Maxi en la alineación. Sesenta y un partidos del campeonato ha disputado el conjunto celeste consecutivamente con ambos o con alguno de ellos en el once. Si se produjese esta circunstancia, y después de renunciar a incluir en la lista a Emmanuel Apeh, Cardoso podría decantarse por situar a Boufal como falso nueve y situar a Sisto al lado del franco-argelino como pareja de atacantes. En ese caso, el preparador de Trofa retrasaría a Brais Méndez al centro del campo para completar una línea de tres con Okay y Jozabed. Como ya ocurrió la semana pasada en el Coliseum Alfonso Pérez, el Celta podría repetir una defensa de cinco, con Mallo y Juncà en los laterales. Costas, Araújo y Hoedt formarían el trío de centrales. La capacidad en el juego aéreo del Celta resulta llamativa si al mexicano y el holandés se une Okay. De hecho, Araújo ya suma tres goles en los cinco últimos partidos, con lo que se ha convertido en la mejor solución para afrontar las ausencias de goleadores como Aspas y Maxi.

Si la apuesta inicial de Cardoso se redujese a dos centrales, Fran Beltrán contaría con muchas opciones de continuar en el once, del que ha desaparecido Lobotka, uno de los jugadores que más interés despertó en el pasado mercado de invierno.

En enero llegó a Vigo Boudebouz procedente del Betis. El internacional argelino también cuenta con opciones de debutar con la celeste. En este caso acompañaría al franco-marroquí como pareja de ataque. En el banquillo continuará Mathias Jensen, que no ha debutado todavía con Cardoso, que ha vuelto a dejar fuera de la convocatoria a Olaza, el tercero de los refuerzos que realizó el club hace unas semanas para intentar cambiar la dinámica negativa de un equipo que la semana pasada cayó en Getafe tras una polémica actuación arbitral. Para la cita de hoy, en el club ha gustado la designación del aragonés Jaime Latre

Por su parte, el Levante vive el momento más convulso de la temporada, ya que a su mala racha deportiva -una victoria en los últimos nueve partidos- se une la tensa situación por la que atraviesa fuera del terreno de juego con la presencia de Toño García en la cárcel desde hace una semana porque ha sido acusado de pertenencia a grupo criminal y a blanqueo de capitales.

Su técnico, Paco López, tiene las bajas de Sergio Postigo, por lesión, y del ghanés Emmanuel Boateng, que está pendiente de cerrar su traspaso al fútbol chino, pero recupera a José Campaña, que se perdió el partido en Vitoria por sanción. El entrenador, además, pierde por sanción a Erick Cabaco y a Pedro López por un proceso gripal.

Paco López buscó la reacción del equipo en Vitoria con un cambio de sistema que no funcionó, así que podría volver a jugar con cinco defensas. Otra de las dudas es saber si mantendrá a Aitor en la portería o recupera a Oier tras dos suplencias. Además, el técnico valenciano confirmó que Rochina está recuperado de la lesión muscular y jugaría en el centro del campo.

Otro de los problemas del Levante en este 2019 ha sido la falta de gol, ya que solo lleva cuatro tantos a favor e incluso Morales ha bajado su rendimiento. Sin embargo, el madrileño jugará en ataque junto a Roger o a Mayoral.