La Unión Deportiva Ourense aspira a prolongar la suma que le mantiene en la zona alta de la clasificación en su visita al campo del filial del Lugo, el Polvorín (A Cheda; 16.30 horas). Los de Fernando Currás enlazan cuatro victorias en 2019 y ya no ocultan que tratarán de pasar el corte en la selección natural que está delimitando el compartimento superior. A la exigencia que van a imprimir los competidores por las cuatro primeras plazas se le suman las necesidades del contrario de turno, que en el caso del conjunto lucense pelea por alejarse de la Preferente.
Será un partido emotivo para el filial rojiblanco, debido al fallecimiento el pasado viernes en un accidente de tráfico del padre del entrenador del conjunto lucense, José Durán. La UD Ourense y sus aficionados se unieron a las muestras de condolencia que recibió el técnico tras conocerse la noticia, aunque en ningún momento se llegó a plantear la suspensión del encuentro programado para esta tarde.
La visita a Lugo coincide con un repunte serio de problemas físicos en la UD Ourense. A las bajas por enfermería se une la sanción del lateral derecho Josu, que la pasada jornada veía la quinta amarilla del primer ciclo (es el quinto unionista al que le pasa). El técnico ourensanista, Fernando Currás, pierde por segunda semana consecutiva al delantero y máximo finalizador del equipo, Hugo García, debido a una microrrotura fibrilar. Las sensaciones que transmite el jugador son, en todo caso, positivas.
Tampoco viajará uno de los habituales, bien en el once o como revulsivo, el centrocampista Adrián Presas. Arrastra unas molestias en el tobillo que han ido a más con el paso de las jornadas, lo que le ha llevado al jugador a tomar la decisión de parar al menos una semana para recuperar las sensaciones. La tercera baja por lesión es el atacante Joni, a tratamiento para contrarrestar la pubalgia que le ha complicado la temporada.
El entrenador de la UD Ourense se muestra convencido de que, como ha sucedido hasta el momento, los jugadores que toman el relevo estarán a la altura: "Esperamos que sigan respondiendo los que entran. El banquillo nos está dando mucho y un equipo competitivo seguro que sacamos".
Fernando Currás considera que el Polvorín ya no es el rival al que los ourensanistas vencieron en la primera vuelta en el campo de O Couto, con un penalti transformado por Rubén Durán tras falta ingenua sobre Rubén Arce. "Creo que están en su mejor momento de la temporada. A ese juego alegre posicional que les caracteriza, en los últimos partidos tienen un punto más de madurez. Se han asentado en lo que es la exigencia de la competición", destaca el técnico.
Currás considera que el filial ha ido corrigiendo los defectos que le condenaron al pozo: "Tienen las virtudes de los filiales, ese talento de futbolistas elegidos para estar cerca del primer equipo. Eso ya te dice algo del nivel que nos encontraremos, y esos errores individuales que les impidieron estar más arriba en la tabla, donde por potencial tenían que estar, ahora ya no les penalizan. Están jugando con mayor madurez y son un equipo más entero, con menos chispazos y más equipo".
Para reconstruir la defensa, el entrenador de la UD Ourense podría retrasar a Rubén Arce para tapar el lateral derecho, bien cuando defiendan con cuatro o se opte por la alternativa de los tres centrales. La gran amenaza del Polvorín es su atacante Antón Escobar, que contabiliza ya 12 dianas. Arriba, Currás puede confiar de nuevo en Ismael como referencia en ausencia de Hugo o recuperar para la titularidad a Adrián Vaz.
El entrenador de la UD Ourense entiende que será determinante la lectura de la situación: "Tenemos que seguir en nuestra línea, porque en un partido de ida y vuelta y de guerras individuales podemos salir malparados. En cambio, si lo llevamos al colectivo, a esa solidaridad que tanto nos da, estaremos más cómodos. El plan es ese, pero después hay detalles que lo cambian todo. Debemos estar preparados para lo que surja y mantener ese gen competitivo que nos caracteriza".
