El máximo goleador del grupo ourensano de la Primera Galicia la pasada campaña, Cristian Dacosta, está sin equipo tras la decisión unilateral del presidente del Verín de prescindir de sus servicios. El jugador ourensano se muestra afectado por una medida que considera injusta y muy dolosa por la altura de temporada en que se produce. "De un día para otro, el presidente me dice que me va a dar la baja porque el entrenador no cuenta conmigo. Luego me enteré de que eso era mentira. Fue una decisión de él. Me dijo que no marcaba goles, que no saltaba de cabeza y que no metía el pie. Toda mi vida jugué igual, en el Verín y en todos los clubes en los que estuve. Me dijo que me veía sin ganas de jugar y que para tener a un jugador así, prefería prescindir de él", explicó.

"No me esperaba esto, porque saben que es muy difícil encontrar jugadores que quieran ir hasta Verín. El presidente también echó a otro compañero sin sentido. Supongo que lo hace para ahorrarse dinero, porque no ha fichado a nadie y ya estábamos pocos. Dice que el que paga, manda y que la gente hace lo que el dice", enumera Cristian entre las explicaciones que le dieron. El atacante reconoce que tuvo sus más y sus menos con el entrenador, Eloy, "pero jugaba siempre titular" y que este año estaba marcando menos goles (tres) porque el equipo era más defensivo.

Cristian Dacosta lamenta que se traicionara su confianza: "Al quedar pichichi la temporada pasada (marcó 25 tantos), en verano tuve una buena oferta, en mejores condiciones que en Verín y, sabiendo que no tenía trabajo, me quedé cobrando menos porque me dijeron que iba a ser un proyecto bonito. Hablé con el presidente, me dijo que me iban a cumplir las condiciones y a mitad de temporada me dejan tirado. Ahora solo puedo jugar en Preferente o en Segunda Autonómica y quién te va a querer después de decirle que no a muchos". Ha entrenado "un par de veces con el Santa Teresita y con el Covadonga para no perder la forma", detalla. "A ver qué puede salir, pero quedarme sin equipo ahora en Navidad es una putada grande", concluye Cristian Dacosta.