El tercer puesto del Celta en la clasificación general de LaLiga tiene reflejo en las estadísticas individuales, donde Sergio Álvarez aparece como uno de los guardametas más destacados en este arranque del campeonato. El Gato de Catoira vuelve a saltarse las previsiones que le situaban como segunda opción para la portería celeste. Además, figura entre los porteros más destacados del campeonato. Como cancerbero menos goleado de LaLiga, al céltico solamente le supera Jordi Masip, del Valladolid, que ha encajado un gol, el del barcelonista Dembélé en Zorrilla. A continuación, aparece un grupo de cuatro guardametas con dos goles en contra: Sergio Álvarez, David Soria (Getafe), Ter Stegen (Barcelona) y Tomas Vaclik (Sevilla).

No es la primera vez que el catoirense aprovecha una lesión de su compañero Rubén Blanco, el teórico titular, para consolidarse bajo el larguero del equipo vigués. El mosense se lastimó durante un entrenamiento a finales de julio y no recibió el alta médica hasta pocos días antes de iniciarse septiembre. Se perdió los dos primeros partidos de Liga y en el tercero fue suplente. Su compañero aprovechó esta larga ausencia para adaptarse al nuevo estilo de juego de Antonio Mohamed.

El técnico argentino apuesta por un fútbol más directo, menos elaborado que su antecesor, Juan Carlos Unzué, por lo que los porteros ya no están obligados a salir con el balón jugado en corto para los defensas o los mediocentros. Es casi obligación que el guardameta desplace la pelota en largo: hacia la cabeza de Maxi Gómez o hacia el compañero que se encuentre más adelantado, para que intente sorprender a la defensa rival.

Sergio Álvarez se siente mucho más cómodo participando de ese estilo directo, pues el manejo del balón con los pies no es una de sus virtudes. De hecho, el curso pasado regaló algún gol por cometer errores en la entrega de la pelota al iniciar la jugada en corto, como exigía Unzué.

Liberado de la presión que le suponía el anterior sistema de juego, Sergio Álvarez ha arrancado el curso mostrando muy buenas manos, con las que ha contribuido a los buenos resultados que presenta el equipo celeste.

Antes de salir airoso de la visita a Balaídos de un Atlético de Madrid con atacantes del prestigio de Griezmann o Diego Costa, el Gato de Catoira solo se vio superado en una ocasión ante el Espanyol (Hermoso, en una jugada a balón parado) y en otra contra el Levante (Morales, de penalti). Es uno de los seis futbolistas del Celta que ha disputado la totalidad de los minutos de lo que va de campeonato (270).

Los números del guardameta catoirense le sitúan entre los mejores de LaLiga. Suma 9 paradas, frente a las 8,3 de media. Pero lo que más llama la atención del portero del Celta es su número de pases largos: 85, frente a los 70 que prodiga en general el resto de guardametas del campeonato español. De ellos, 68 han sido pases largos, por 17 cortos. Esa diferencia explica el cambio del sistema táctico que ha introducido Antonio Mohamed, y al que Sergio Álvarez ha sabido acomodarse.

El Gato de Catoira ha llegado al primer paréntesis de LaLiga como segundo portero menos goleado. Con Rubén Blanco ya en perfectas condiciones físicas, ambos canteranos pelearán por sexta temporada consecutiva por la titularidad. Sergio Álvarez únicamente tuvo ventaja sobre el mosense en una ocasión, en el curso 2014-15, cuando Eduardo Berizzo se hizo cargo del banquillo celeste. Disputó los 38 partidos de Liga. En la siguiente jugó 31, después de aprovechar otra lesión del mosense. En la 2016-17 jugó 26 en Liga y 10 en la UEFA Europa League, donde fue elegido como mejor portero del torneo continental. El curso pasado, con Unzué, se quedó en 17 partidos de Liga. Ahora, con Mohamed, ya acumula tres, en los que encajó dos goles. La portería del Celta está en buenas manos.