El Celta completa su línea de ataque con el extremo marroquí Sofiane Boufal, procedente del Southampton. El futbolista llega a Vigo cedido por una temporada, con una opción de compra algo prohibitiva para el Celta (superior a los 15 millones de euros), y con la misión de competir con Emre Mor y con Pione Sisto por un puesto en un ataque en el que Aspas y Maxi Gómez tienen todas las papeletas para disfrutar de un papel protagonista.

Boufal es un futbolista en el que Felipe Miñambres llevaba tiempo trabajando. Hace dos años fue fichado por casi veinte millones de euros por el Southampton tras sus grandes temporadas en el Angers y el Lille (11 goles y 4 asistencias en su última temporada en Francia). Pero en Inglaterra las cosas no le fueron tan bien como se prometía. Jugó 50 partidos de la Premier League repartidos en estos dos ejercicios, anotó tres goles, pero no fue el Boufal que prometía grandes cosas en la Liga Francesa, una circunstancia en lo que tuvo también que ver la pésima relación con su entrenador, el galés Mark Hughes, que siempre tuvo sus reservas para el talento y la habilidad del delantero.

El Celta le echó el ojo hace meses al mismo tiempo que otros equipos franceses que le querían recuperar para su campeonato. Hace unas semanas el Southampton dejó claro que no entraba en sus planes de futuro inmediatos cuando le dejó fuera de la lista de jugadores que se llevaron para la pretemporada en China y dejó en manos del futbolista su destino final consciente de que alcanzaría un acuerdo sin problemas para su cesión. Boufal sabía que la competencia en el Celta sería mayor que en el Niza (el conjunto francés que más insistió en su fichaje) pero finalmente le atrajo la propuesta viguesa y el hecho de jugar en la Liga española. Ayer la operación se cerró y en los próximos días Boufal llegará a Vigo para incorporarse al equipo cuando éste finalice en A Toxa la primera fase de su trabajo de pretemporada.

Boufal, el primer marroquí que milita en el Celta en toda su historia, es un futbolista que puede desempañarse en toda la línea de ataque. Ya sea en cualquiera de los extremos o como mediapunta por detrás del delantero. A Mohamed le encajaría en el 4-3-3 o en el 4-3-2-1, dos de los sistemas que el técnico argentino maneja para desarrollar en su etapa al frente del equipo vigués. En la posición de medio centro ofensivo es donde mejor le fueron las cosas en el Lille. Allí, a las órdenes de René Girard, mostró su mayor producción ofensiva. Casi una docena de goles y cuatro asistencias de un futbolistas que destaca por encima de todo por su capacidad para el regate y su habilidad en el uno contra uno. En ese sentido el Celta es uno de los equipos que más especialistas tiene en esta suerte futbolística cada vez más en desuso. Desaparecen los regateadores, pero se multiplican en Vigo con Boufal, Emre y Pione, jugadores que hacen de ese recurso uno de los argumentos más importantes de su juego.