Dos de los jugadores ourensanos que han despedido la temporada más felices coincidieron hace 12 años en Club Deportivo Ourense. Era la temporada 2006-2007 y David Ferreiro la empezó titular. Pronto desapareció de las predilecciones del técnico, Manolo Tomé, mientras que Manu no disfrutó de la titularidad al principio, pero se acabó haciendo indiscutible. A final de temporada se le abrió la puerta de un Lugo que, con Fonsi Valverde en el banquillo, describía ya la trayectoria inversa de un conjunto de O Couto en franca decadencia en la categoría de bronce. David Ferreiro tomó protagonismo la campaña siguiente, la 2007-2008, que acabaría con el descenso a Segunda B del Ourense. Ahí comenzó su periplo de cuatro campañas por la categoría de bronce, hasta que se cruzó de nuevo su destino con el de Manu. El de Baños de Molgas jugaba en el Cádiz y el ourensano ya era el capitán del Lugo y fue el elegido para acertar con el penalti que llevaría a los lucenses a Segunda División en el verano de 2012 en el Ramón de Carranza. David Ferreiro también subió a la categoría de plata, aunque tuvo que cambiar de equipo y enrolarse en el Racing de Santander y después en el Hércules, con los que no pudo evitar el descenso. En 2014 volverían a coincidir sus caminos en el vestuario del Lugo de Quique Setién. Tras dos años Ferreiro se fue al Huesca y Manu pasó a León y Elche.

Recordaba esta semana el Diarofranjiverde.com, un medio que sigue al Elche Club de Fútbol, que el ourensano Manuel Rodríguez Morgade ha protagonizado una anécdota poco común en las infernales fases de ascenso de Segunda B a Segunda A. Desde que se implantó el actual sistema en la campaña 2008-2009 solo cuatro equipos que acabaron la liga regular en la tercera posición dieron el salto a la categoría de plata.

En los dos, el Lugo de 2012 y el Elche de 2018, el lateral izquierdo era el exjugador de Club Deportivo Ourense. Manu llegó al Martínez Valero de rebote, tras cerrar un capítulo de diez temporada en el Anxo Carro, las cinco últimas en el fútbol profesional. Recaló en la Cultural Leonesa sin alcanzar protagonismo y no dudó en atender la petición de un histórico que trataba de volver a Segunda al primer intento. Manu pronto se hizo con el lateral zurdo, adueñándose por completo después de la grave lesión que le costó la retirada a Edu Albacar, recuerdan desde el diario ilicitano. En la promoción de ascenso mantuvo su jerarquía.

En las dos primeras eliminatorias el Elche superó dos grandes escollos como el Real Murcia y el Sporting de Gijón B, imponiéndose tanto en la ida como en la vuelta. En el asalto final se cruzaron con un equipo al que ya conocían del grupo tercero de Segunda B, el Villarreal B, que precisamente les había quitado el segundo puesto. El '3' de Manu volvió a ser talismán.