Se cierra el telón. Qué bonito ha sido. Esto siempre ha sido un sueño, daba igual la categoría, es la magia de este club. Me he sentido futbolista y no hay nada más especial para un jugador como yo. Tomaría una y mil veces más la decisión que tomé aquel 16 de octubre de 2015, la de subirme al carro de este proyecto, aún sin tener ni idea de todas las cosas increíbles que me quedaban por vivir. Recuerdo mi primera frase ese día: "Vengo a llevar a la UD Ourense al lugar que se merece". Qué lejos me he quedado. Tengo claro que la Tercera no es la categoría que este club y esta afición se merecen. Hay que llegar a vivirlo para poder darse cuenta de ello.
Hasta aquí he podido llegar. Mi cuerpo no me permite seguir aportando. Espero haber estado a la altura de lo que el Ourense es. Siempre me he partido el pecho por defender este escudo y, si algo tengo claro, es que lo seguiré haciendo, de otra manera, pero el sentimiento ya lo llevo impregnado en el corazón.
Solo me queda dar las gracias. Gracias fundamentalmente por hacerme feliz. Qué fácil se dice, qué difícil de conseguir. Gracias a todos los compañeros que he tenido en estos años, a la directiva, a la afición y, en especial, a Fernando y a Antonio por darme la oportunidad de disfrutar de lo que más me gusta en el mejor escenario posible. Para terminar, una última frase que resume todo lo que siento: Del Ourense hasta morir.
