Tras demasiado tiempo vivido peligrosamente, el entrenador de la UD Ourense reconoce que no ha hecho una reflexión asentada sobre la temporada que se ha resuelto con el ascenso a Tercera División y los títulos de liga y Copa Diputación. La intensidad de los días dejó gravadas emociones dispares y un balance superficial en el que Fernando Currás distingue tres temporadas en la misma.
"He palpado un sentir general de primera persona. Todos lo pasamos mal y todos lo disfrutamos. Lo hicimos todo juntos porque hubo un vínculo especial con el entorno por cómo discurrió la temporada", describe el técnico. "Las expectativas altas del principio nos llevaron a engañarnos -asegura-. Acabamos la primera vuelta segundos y no estábamos contentos. Parecía que íbamos últimos. Fue una etapa en la que no valía nada de lo que se hacía y no había el clima de alegría que sí se consiguió en la última parte de la temporada".
El técnico explica la resurrección como una consecuencia de la responsabilidad: "La segunda parte del año fue la más dura. Con las bajas, los resultados adversos que culminaron en Marcón, fueron dos meses que parecía que todo se diluía. Fue un momento muy difícil y ahí sentimos la realidad del club, la carga de responsabilidad que teníamos detrás. Salimos gracias a los que apoyaron en esos momentos, y a lo que nos apoyamos entre nosotros mismos, y me emociono todavía al recordarlo".
Currás subraya el protagonismo del futbolista: "Nadie nos regaló nada. Entrenamos como cabrones y los jugadores dieron un paso adelante. Las incorporaciones de Vieytes, Adrián e Isma aportaron mucho al clima de trabajo y esa competición interna hizo que llegáramos a cada domingo sin margen de error e hiciéramos tres meses finales de un nivel alto. Así conseguimos lo que conseguimos".
Destaca también la capacidad para cerrar filas cuando peor pintaba la misión: "Ha sido una temporada de muchos vaivenes, con varias temporadas dentro de la misma. Recuerdo nítidamente, y eso que no hubo tiempo para reflexionar, esos momentos. No tenía la sensación de pasarlo peor que los demás. Ese sentir que tenía lo veía en los jugadores y en la gente del club. El presidente, la directiva, apoyando en los peores momentos. Verles sufrir porque se escapaba el objetivo nos hizo más fuertes y después está el fútbol que llevan dentro. Durán, Pato y Josu ya tienen otro bagaje, pero hubo jugadores que rindieron a su mejor nivel. Germán, Codeso, Corzo, Luis. Hubo algunos que nunca habían estado a ese nivel o no se acordaba. Eso es para estar satisfecho"
Para el entrenador de la UD Ourense también fue un alivio acabar la temporada en casa levantando la Copa Diputación. "Era ese último reto que teníamos, delante de nuestra afición. La piña que se construyó fue algo súper bonito y era importante no estropear esa inercia de comunión con la gente. Sufrimos, pero lo conseguimos. La pena fue no hacerlo con más holgura, ante un buen rival, pero estoy contento y es la sensación de todos. Satisfacción por el deber cumplido, acabamos el año de la mejor manera posible, pero ya estamos pensando en el siguiente".
La plantilla ya está de vacaciones y hasta dentro de dos semanas no recibirán instrucciones del preparador físico para la activación. A las bajas confirmadas de Xurxo y Tito se unió ayer la de Omar y también Unai hizo un anuncio similar en las redes sociales, aunque el técnico quiere hablar con ellos, y con el resto, pronto. El primer fichaje se confirmará esta semana.
