- ¿Qué sintió el 27 de mayo con el ascenso a Tercera División?

- Tenía un torneo con los niños y estuve maquinando si irme a Atios para ver la segunda parte, pero al final me quedé en casa. Al acabar lloré como un niño. Te vienen los recuerdos de cómo nos juntamos en el campo de la Universidad y sientes la liberación del deber cumplido. Aunque ya no esté ahí, sientes mucho alivio porque el club ya está donde tenía que estar.

- ¿Por quién se alegró más?

- Me acordé de Antonio Dacosta, el primer entrenador, del delegado Óscar, de los directivos que tuve más cercanos, Modesto, Damián, Ángel, Xabi, Rubén, y después de los jugadores del primer año. Tiene un mérito brutal porque estábamos en ninguna parte y gracias a que cuatro locos se pudieron al frente del tinglado en la grada esto está donde está ahora.

- Cuatro ascensos en cuatro años, pero el día a día de la travesía no ha sido sencillo.

- A toro pasado está claro que puede parecer fácil. El primer año se ascendió ganando todos los partidos, el segundo con cinco jornadas de antelación y el tercero con 20 puntos de ventaja, pero ningún ascenso es fácil. A lo largo de una temporada pasan muchas cosas y, mirándolo ahora con perspectiva, es un peso que te quitas de encima sin estar ya en el cuerpo técnico. Ya pasó y ahora será realmente cuando se podrá disfrutar del equipo, porque hasta ahora era una tensión tremenda. Había que ganar o ganar porque si no esto se iba a pique y, sin embargo, a partir de esta temporada vamos a disfrutar mucho más de los partidos.

- ¿Cómo ve al club ante el reto de la Tercera División?

- Tiene sus riesgos cuando ya pasas a una categoría semiprofesional en solo cuatro años. Es complicado porque a lo mejor el club no tiene la madurez que se pueda pensar. Aunque fiches jugadores de categoría superior, te puedes llevar un palo. El club sigue en proceso de maduración y hay que ver si se implanta cierto grado de profesionalismo. No sé como lo van a plantear, pero me da respeto ver cómo responde el club como ente, no la directiva o el cuerpo técnico. En fútbol dos y dos no son cuatro y puedes tener 3.000 socios y fichar en Segunda B que nada te garantiza que las cosas salgan bien.

- En el femenino han vivido esas contingencias. ¿Qué balance hace de la temporada?

- Para mí ha sido un fracaso. Al principio contábamos con estar arriba y por las lesiones no pudo ser. La temporada fue súper aciaga. Pensamos que habíamos llegado al tope el año pasado, pero este fue peor. Con la lesión de Mónica en las primeras jornadas nos llevamos un palo grandísimo. Tardamos en reaccionar, yo el primero. Te ves sin una jugadora importante, otra que se te va, y en los vestuarios femeninos si ganas todo es muy bonito, pero si las cosas no van bien la gente te baja los brazos. Fue un palo gordo, aunque acabamos bien la temporada y quedamos en un puesto en mitad de tabla que merecíamos por equipo. Las jugadoras se esforzaron a tope y no hay nada que decirles, pero como el objetivo al principio era otro, considero que ha sido un fracaso.

- El Valladares jugó otra liga.

- Cuando fuimos a jugar a su campo ya vi que iban a ascender con la gorra. Tenían muy buen equipo. El resultado que consiguieron contra nosotros fue irreal porque al final metí a las jugadoras más jóvenes y, en la Copa, no les ganamos de milagro, pero la diferencia con el resto era brutal. Con el equipo al completo, les íbamos a competir, aunque ascenderían igual porque eran muy superiores.

- Rozaron la sorpresa en la eliminatoria de Copa.

- Fue una pena. Hasta la gente de allí nos decía que merecimos pasar. Nos marcaron en el único tiro a puerta y jugamos el mejor partido del año, con buen fútbol, concentradas. Les felicité porque hicieron un gran partido.

- Se anunció el refuerzo de cuatro jugadoras del Cidade das Burgas que finalmente no pudieron participar. ¿Qué pasó?

- Cuando se presentó la posibilidad consultamos a la federación un mes antes de la Copa el tema de las fichas. En todo momento se nos dijo que hasta que no acabase la liga no se podían hacer las fichas. Empezamos a preparar el papeleo porque hay menores de edad que necesitan la firma de los padres y otras que son de fuera e hizo falta un certificado de empadronamiento. Hasta el martes por la mañana no se pudo tramitar todo, pero el sistema informático daba fallo y lo dejamos para la tarde. Volvimos a llamar a la federación y nos dijeron que el plazo acababa a las seis y que no había nada que hacer. Lo intentamos con Coruña, pero nos decían que era un problema de la Mutualidad y no hubo forma.

- Un mal trago para acabar.

- Me cabrea porque la federación tiene que estar para ayudar a las clubes. Nosotros tenemos culpa por no saber que el plazo acababa a las seis, pero si cuando llamamos para preguntar por las fichas nos avisan de que acaba al día siguiente de que se abre, obraríamos de otra forma. No puede ser que estén ahí como policías solo para multarte y últimamente es así. Dependiendo de quien sea el club, porque sabemos que a otros sí le tramitan fichas fuera de plazo. Esto era una Copa de cinco equipos, que se hace para promocionar el deporte femenino y al final es una trapallada.