Seis por nueve, Germán. La solución al problema que le estaba costando la final de la Copa Diputación a la UD Ourense en el campo del Maside consistió en una primitiva fórmula, enviar al mediocentro al área tras lesionarse el delantero centro. Germán fue el arma secreta, un proyectil indefendible que hizo tres dianas en poco más de seis minutos. Con una ráfaga derribó el muro. El mediocentro de cabecera acaba la temporada de diez, tanto de hombre araña en la medular como de improvisado hombre bala ante la portería. De la frustración del 1-0 a la complacencia del 1-5 en media hora. Siguiente parada, el próximo fin de semana en O Couto en una espectacular final contra el Velle. Un duelo de campeones.

La misión se complicó pronto. Los unionistas tenían que remontar el 2-3 de la ida en O Couto y una caída de tensión en la defensa de la estrategia permitió al Maside adelantarse en el marcador. Las torres locales, Bulicas y Valeiras, se impusieron a la mejor retaguardia de Preferente para alimentar la esperanza de una proeza.

Protegido por una línea de cinco y los suplementos de la medular, el meta local Gorka solo tuvo que estar atento a balones sueltos en el área. No intervino en situaciones claras, porque todos los intentos de los visitantes se caían en la frontal o no tomaban dirección de portería. Cerca de la media hora, Currás cambió el dibujo, buscando profundidad y tráfico por los flancos con Alfredo y Fran como carrileros. También sumó a Hugo a la desigual pelea que mantenía Joni con los centrales. Controlaron más la posesión, pero las grietas no afloraron. El ejercicio ofensivo de la primera parte fue mera impotencia.

El contraste se acentuó tras el descanso. Solo se utilizaba medio campo con el Maside encomendado a la contra y la UD Ourense masticando balón. Joni tuvo las dos primeras ocasiones claras para disipar las dudas que se cernían sobre el pase a la final. Ya en el 57, Fran remataba fuera en el segundo palo un centro de Alfredo. Y en el 63 se resentía de sus molestias el delantero Hugo. Entró Aitor al centro y Germán se fue a la aventura.

Solo tres minutos después, imponía sus centímetros para aprovechar un gran centro de Joni. Antes del segundo, el Maside también pudo marcar. Contragolpe de Manu, disparo desde la derecha de Cane y el punta no conectaba con precisión el remate a pies de Pato. Fue la última oportunidad del Maside para hacer realidad el sueño.

En los dos minutos siguientes, Germán se movió en el área como un tiburón y con dos definiciones de matador abrió las puertas de la final. Por detrás, Durán daba una recital y Omar también supo aprovechar las espacios. Su premio, el quinto gol, tras una carrera antológica de Alfredo.