La 51ª edición del Rallye de Ourense-Ourense Termal se presentó ayer en el puente romano, continuando la tradición de elegir un lugar emblemático para el pistoletazo. La prueba, puntuable para el campeonato de España, será la quinta de esta temporada tras el Cocido en Lalín, Sierra Morena en Córdoba y las dos citas insulares, Islas Canarias en Gran Canaria y Villa de Adeje en Tenerife.

Mario Guede, concejal de Deportes de Ourense, que también representaba al alcalde, Jesús Vázquez, dijo en su alocución que "Ourense es una ciudad dinámica por lo que el rallye necesita de la ayuda de todos para continuar cumpliendo años". Marta Míguez, secretaria xeral para o Deporte de la Xunta, que recordó "el recorrido exigente del rallye" y agradeció el esfuerzo de toda las personas implicadas en la organización, desde voluntarios a comité organizador, patrocinadores y organismos públicos. Roberto Castro, subdelegado del Gobierno en Ourense, incidió en la seguridad de la prueba y Manuel Baltar, presidente de la Deputación, quiso rendir "un homenaje a todos aquellos que han hecho posible las 50 ediciones anteriores en un evento deportivo que afianza la marca Ourense más allá de nuestras fronteras".

Manuel Aviñó, presidente de la Real Federación Española de Automovilismo, hizo hincapié en las novedades de esta temporada como "el tramo de calificación o la zona lúdica así como la presencia en Ourense de la BKR2 o la Beca Junior U25 incluida en la Copa Suzuki Swift". También recalcó el aspecto de la seguridad, que es fundamental para el buen desarrollo del rallye, destacando asimismo la gran presencia que tiene Galicia en el ámbito nacional, ya que en 2017 se celebraron aquí nueve pruebas puntuables para campeonatos de España "con un total aproximado de 600 inscritos".

Además, estuvieron presentes en el acto, entre otros, Iván Corral como presidente de la Federación Galega de Automobilismo y Rosa Dorado, secretaria xeral de la delegación territorial de la Xunta de Galicia. Julio Bouzo, presidente de la Escudería Ourense, finalizaba el acto con un recuerdo a la familia de Gonzalo Belay Jiménez, fotógrafo ourensano que fallecía semanas atrás y que en los últimos años fue un importante colaborador de la prueba. El Rallye reduce su recorrido con respecto al año pasado en kilómetros cronometrados, pero mantiene la esencia que lo ha caracterizado, con tramos duros, exigentes y de indudable belleza, con asfalto gastado y rugoso, tan diferente a lo que se acostumbra a ver en la actualidad.