Día histórico para el fútbol porriñés que esta tarde puede celebrar el ascenso de dos de sus equipos a la Tercera División. Todo un acontecimiento que convierte esta villa a orillas del Louro en el centro de atención del fútbol gallego que ha asistido con asombro al tramo final de temporada que han protagonizado Porriño (15 victorias en la segunda vuelta) y Atios (16 victorias y una sola derrota en los últimos veinte partidos) a la situación actual.

Porriño y Atios dependen de sí mismos para lograr el ascenso. La victoria les conduce directamente a Tercera. Esa es la única combinación para que ambos logren estar el próximo año en la categoría superior. El resto de resultados siempre descartará a uno de ellos.

Los dos equipos porriñeses han vivido la semana con cierta tranquilidad aunque sin poder librarse del hormigueo que genera una situación como la actual. Manuel Losada, entrenador del Porriño, destaca con orgullo lo que supone vivir esta situación "con 17 jugadores que han pasado por la cantera del club. Es muy grande lo que hemos hecho". Explica el técnico que "ha sido una semana normal, pero es verdad que se nota en los jugadores una ilusión especial". Losada se muestra confiado por el estado en el que llega el equipo a este momento: "Tal vez por nuestro estilo de juego cuesta que los jugadores se adapten al sistema y por eso tardamos en arrancar. Pero ahora estamos bien".

Asegura Losada que no se cambia "por nadie" en estos momentos. "Estoy convencido de que los 19 equipos de la categoría les encantaría depender de ti mismo, aunque visitamos un campo complicado", afirma. Enfrente, en el Atios, se vive la situación en medio de la alegría que supone verse en una situación impensable. Su entrenador, José Tizón, explica que "nuestra idea no era llegar a la última jornada con posibilidades de subir. Queríamos estar arriba y para nosotros es una fiesta vivir algo así. Pero ahora que estamos es evidente que le queremos poner la guinda a la temporada". Asume Tizón que "el Porriño lo tiene más fácil, pero no me cambio por su situación. Dependemos de ganar nuestro partido que vamos a afrontar delante de nuestra gente y eso es un gran aliciente para el equipo". Espera un partido contra el Ourense "cerrado, nervioso y en el que es fundamental controlar los nervios. Pero solo nos vale ganar y eso nos obliga mucho". Tiene claro el entrenador del Atios que es fundamental que "si no conseguimos el objetivo exista la sensación de fracaso en el ambiente. Es el partido más importante en la historia del club y tenemos que disfrutarlo independientemente de cómo termine la tarde porque la temporada que hemos hecho es para sentirse muy orgullosos".