Con 34 partidos en las piernas y 69 puntos en el casillero, la Unión Deportiva Ourense se ha ganado la mejor vista del horizonte. Los unionistas están a cuatro domingos de lograr el ascenso a Tercera División. Quizás se reduzcan los plazos si mantienen el ritmo de puntuación de los dos últimos meses, en los que han protagonizado un memorable adelantamiento desde el séptimo puesto. Lo difícil, mirando a ferebro, está conseguido. Ahora tienen que mantenerse, una tarea que también implica enorme dificultad.
Los partidos de mayo tienen consecuencias. Los de Fernando Currás se enfrentan esta tarde al Mondariz (O Couto; 18.00 horas) en busca de una victoria que cuadraría muchas cuentas. Ganar y lo que surja. El segundo clasificado con dos puntos menos, el Porriño, recibe en O Lourambal a un Gondomar que lucha por la supervivencia. El tercero, el que realmente importa, está a tres puntos, puesto compartido por un Atios que juega en casa con el peligroso Sanxenxo y por un Estradense que trata de frenar su caída, también como anfitrión, ante el Grove.
Casi todas las últimas jornadas sorprendieron con un tropiezo en el grupo delantero que benefició a una UD Ourense que enlaza 732 minutos sin encajar y que esgrimirá la inspiración de su delantero Joni ante el más deshinbido de los rivales. En los 14 partidos que el Mondariz disputó contra los ocho primeros clasificados, su balance es de cinco victorias, seis empates y tres derrotas. En su campo de A Lagoa pincharon los ocho y, a domicilio, ganaron en Moaña y empataron en Sanxenxo y Atios.
El estilo asociativo que desarrolla el equipo entrenado por Adrián Rubio, un técnico de la factoría de A Madroa con raíces en O Ribeiro, obligará a los ourensanistas a un doble esfuerzo para torpedear su continuidad y robar para aprovechar su vulnerabilidad. En el duelo termal de la primera vuelta, los unionistas perdieron por 2-1, al principio del largo bache al que contribuyeron las lesiones y las sanciones. Para esta tarde, el técnico dispone del plantel al completo. La línea de regularidad se nota también en el once, en el que solo es duda el concurso del lateral Josu por unas molestias musculares. Si hoy no se siente en óptimas condiciones, jugará Oli para no tomar riesgos.O Couto ha marcado la diferencia con los 42 puntos suministrados. En el tramo decisivo también la grada tiene que sumar. En los últimos desplazamientos el jugador número 12 echó esa mano. Ahora toca en casa, en el primer pulso al termómetro de 2018 y con la mayor de las aspiraciones en juego.
