El Club Ourense Baloncesto volvió a la senda del triunfo a lo grande, con una hombrada ante el poderoso Manresa, que ayer se jugaba en el Pazo Paco Paz muchas de sus opciones de ascenso directo a la ACB. El partido tuvo dos caras. En la primera, los de Gonzalo García de Vitoria estuvieron a merced del conjunto manresano, que logró llegar al descanso con 16 puntos de renta (31-47), demostrando ser muy superior. En la segunda, el técnico bilbaíno acabaría siendo manteado por los suyos en la celebración de una permanencia prácticamente asegurada. Fue una reacción grandiosa, con Johnson y Trist como martillos y con una defensa de campeonato. El aliento de la grada también sería decisivo para redondear una noche memorable.

El COB se encontró con un Manresa que venía a conseguir la victoria por la vía rapida. Los de Aleix Durán, desde el primer minuto de juego, se hicieron con el control del partido, a pesar de dejar en el banquillo de salida a Jordi Trías, el hombre más importante del equipo. El cuadro cobista se volvía mostrar de inicio fallón desde la línea de 6,75 metros, lo que unido a las pérdidas de balón hacía que el conjunto catalán se pusiera 2-7. Un triple de Johnson y las primeras canastas de Rozitis permitían a los cobistas estar cerca (9-11, m.6), pero el Manresa comenzaba a hacer rotaciones para mantener frescos a sus jugadores y se notó.

El COB seguía cometiendo perdidas, en defensa tampoco andaba fino y fallaba en el tiro exterior. El Manresa mandaba (11-17, m.8), mientras que Uzas, que demostraba que no es el jugador que esperaban en el Pazo cuando lo ficharon, ponía el 14-17, para un 14-19 al final de cuarto.

En el segundo el Manresa comienza a hacerse con el rebote, haciendo rápidas transiciones que colocan el 16-25. El unico triple de Ahonen en la primera parte recorta a 21-25 y, con un público volcado, protestando las deciciones de los árbitros, el cuadro manresano sigue a lo suyo, con Hamilton, Lundberg y Muñoz haciendo diana para llevar la renta a siete puntos (m.15, 24-31). Aunque Gonzalo García de Vitoria empieza a mover el banquillo, el COB ofrecía demasiadas lagunas ante un Manresa que, jugando un baloncesto facil y dominando los aros, elevó la renta a 16 puntos, 31-47.

Si el paso por el vestuario había afectado negativamente al COB en dos de sus tres últimas derrotas, el descanso de ayer fue revitalizante. Con un parcial de ocho puntos de Tris y Johnson se emitieron los primeros síntomas de vida (39-49). Se veía a un equipo totalmente diferente, tanto en defensa como en ataque, y volvía el acierto desde 6.75 metros. El Pazo también se remangó y puesto en pie transmitió su apoyo tras canastas electrizantes de Jonhson y Uzas (48-51). Había partido. La grada gritaba el "sí se puede" y el entrenador del Manresa quemaba tiempos y cambios para parar al COB y buscar la reacción, aunque las individualidades le bastaban para colocarse nueve (48-57). No se enfrió el cuadro local, que no estaba por entregarse y una canasta de Trist seguida de un triple de Johnson recortaron a 53-57, llegándose al minuto 30 con tres puntos abajo: 61-64.

En el último cuarto el Pazo hizo su trabajo y Zamora, con dos tiros libres y una canasta de Tris acercaron al COB a dos puntos 65-67. En el mintuo 34, llegaba el delirio con un acierto de Johnson que empata 69-69. En el 35, la alegría se desbordó cuando Ahonen consigue el triple que colocaba a los cobistas por delante 72-71. Quedaban cinco minutos. Intercambio de canastas y Johnson y Trist sostienen al equipo ante el aro rival, mientras que atrás un trabajo colectivo gigantesto acabaría por llevar al COB hacia una victoria que nadie esperaba. Acabado el sufrimiento, fue tiempo de fiesta. A las 19.30 horas de hoy, en el mismo escenario, juega el filial contra el Rosalía.