El técnico ourensano David Carnero, mano derecha de Patxi Salinas en el banquillo del Burgos, se llevó en el verano de 2016 a Diego Vieytes al Rápido de Bouzas, con el que acabaría logrando el ascenso a Segunda B. Fue uno de los indiscutibles por habilidades que le convierten en un defensa distinto. "Es un jugador que, por culpa de las lesiones, no llegó a superior categoría. Por cualidades, domina todas las facetas del juego y, sobre todo, es un jugador muy inteligente", detalla Carnero.

En su temporada en el Baltasar Pujales, Diego Vieytes jugó partidos puntuales por delante de la línea defensiva, pero su puesto predilecto es el central, subraya el entrenador de Xinzo. "No es ni muy fuerte ni muy alto, pero domina el juego aéreo y las anticipaciones son una de sus mejores facetas. Es un jugador muy veloz", explica.

Con el balón, sus prestaciones son impecables, agrega: "Es un central atípico porque domina el juego con los pies. Estuvo donde estuvo y hubiera llegado alto si no fuese por el tema de las lesiones. Me consta que en ese tránsito entre el Deportivo y el Barbabás tuvo ofertas de equipos del extranjero que lo llamaron", apunta Carnero.

El hoy preparador físico del Burgos reconoce su extrañeza por la decisión del Rápido de Bouzas de no renovarle para su histórico debut en la categoría de bronce, tras superar al Peralada en la tercera eliminatoria del play off. "Lo que pasó en el Rápido es raro, porque consigues un ascenso, te quedas con cuatro jugadores y me extrañó que no contaran con él", afirma. Aquella temporada, y el episodio final en tierras catalanas, forjó una amistad, recuerda David Carnero: "En el fútbol, aunque sea tu profesión, lo que quedan son las amistades, sea la categoría que sea".