Antes de que el protocolo le ceda el testigo al espectáculo, Ourense le dio la bienvenida por segundo año consecutivo a la prueba del campeonato del Mundo de rallycross que se celebra desde hoy hasta el domingo en Montalegre (Portugal). Con la presencia de autoridades lusas y ourensanas, así como del piloto alemán Timo Scheider (bicampeón del DTM y segundo en la primera prueba del WorldRX celebrada en Barcelona), un buen grupo de aficionados y medios informativos, el acontecimiento automovilístico quedó servido.

Este fin de semana se reúnen varios campeones del Mundo a pocos kilómetros de la frontera, un aliciente que atraerá la atención de la entendida afición ourensana. Rosendo Luis Fernández, vicepresidente de la Diputación, destacó en el acto de presentación de ayer la estrecha colaboración del gobierno provincial y del Inorde con el país vecino, y en concreto en los ámbitos de turismo, planes europeos y deporte.

Por su parte, el presidente de la cámara de Montalegre, Orlando Alves, subrayó lo fructíferas que han sido las históricas relaciones con Ourense, por lo que espera que una vez más sea muy numerosa la presencia de aficionados en una modalidad deportiva que cada año gana dimensión en el calendario de la federación internacional de automovilismo.

Recordó además que se están haciendo importantes inversiones en el circuito para que el Mundial de rallycross se continúe disputando cinco años más en Montalegre. Esta oportunidad se amplía la zona de grada, aumentando también las comodidades para la multitud que se espera sobre todo en la jornada de las finales.

El rallycross es una combinación entre el rally y las carreras de circuito. Se trata de conducción agresiva y de corta duración en superficies mixtas (de tierra y asfalto) en circuitos. El rallycross ha seducido a nombres ilustres del automovilismo que al volante de Supercars RX con más de 600bhp y capacidad de acelerar de 0-100 km/h en menos de dos segundos hacen las delicias de los aficionados al motor de competición.