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Héctor Otero se encarga de la preparación física unionista

"Sobre todo, siento ilusión", asegura sobre su llegada al club

Héctor Otero, nuevo preparador físico de la UD Ourense. // Yedra Seara

El nuevo preparador físico de la UD Ourense, Héctor Otero, estaba unido al club por un hermano, el lateral Marcos Otero, y una final perdida, la que jugó con el Paderne en la Copa Diputación B contra los unionistas el 4 de junio del año pasado. "Fue una derrota que escondió una victoria -recuerda con orgullo-. Ellos eran los favoritos y no les resultó fácil ganar. La vida da muchas vueltas. Hace unos meses me estaba enfrentando a ellos (fue expulsado en los instantes finales) y ahora intentaré ayudar para que el equipo llegue a buen puerto".

La salida del cuerpo técnico de Miguel Freire puso al club en la pista de un nuevo ayudante para Antonio Dacosta. "A raíz de que comparto campo con ellos, porque entreno en el Bosco y también en el Barbadás, llamaron a un par de conocidos y, al final, a través del secretario, Rubén Conde, contactaron conmigo porque sabían que me quería dedicar a esto, me dieron la opción. Hablé con Antonio y ya quise ir", explica sobre el preámbulo de su llegada a las filas unionistas este licenciado en INEF de 23 años que se está sacando también el Nivel 2 de entrenador y un máster en preparación física.

Héctor Otero se confiesa ilusionado y responsabilizado ante su nueva faceta: "Sobre todo siento ilusión. Estoy con muchas ganas de ayudar y de trabajar en estos tres meses que quedan, siendo consciente de que no es un equipo cualquiera, sino que es el equipo de la ciudad. Vas con la responsabilidad de que hay que hacerlo bien".

El único pero que encuentra en el paso que acaba de dar es el adiós al Paderne, donde se encontraba tremendamente a gusto. "Tengo que dejar el equipo porque no podía compatibilizar las cosas y me fastidia mucho porque me encanta jugar al fútbol, y más en Paderne, pero en la vida hay que tomar decisiones".

A estas alturas de temporada, concibe su cometido como preventivo, afirma: "Con los meses que quedan y con el margen que hay sobre el tercero, siempre se puede hacer algo, pero con los ocho lesionados que tenemos, el trabajo será sobre todo preventivo, tratando de que se lesionen los menos posibles hasta el final".

Héctor Otero se estrenó el pasado domingo y compartió la sensación general de "sufrimiento". Se sufre más en el banquillo que en el campo, reconoce. "Contra la UD Ourense todos los rivales salen extramotivados, como lo hizo el Paderne en su día. Dan el 200 % y hay que hacerlo muy bien para que no se te escapen los resultados, pero tenemos que mejorar".

A Marcos Otero ni agua, en términos deportivos, aclara. "Por mucho que sea mi hermano, no puede haber distinciones. Incluso hay que exigirle más. Hace tiempo me entrenó mi tío (Mario Otero) y era al que más me exigía del equipo. En esto no se pueden confundir términos".

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