La tercera derrota que el Barco encaja esta temporada en el campo de Calabagueiros, la cuarta en el cómputo general, le privó de mejorar con cinco jornadas de antelación los registros cosechados en las 19 jornadas de la primera vuelta de la pasada liga. Los de Javi Rey tienen la ocasión de resarcirse, de nuevo ante sus aficionados, en el encuentro que les medirá mañana al Arosa, cuarto clasificado.
El conjunto valdeorrés fue desalojado de los puestos de promoción tras caer ante el Racing Villalbés y al ser rebasado nada menos que por cuatro equipos -Cerceda, Arosa, Deportivo B y Barbadás-, lo que deja constancia del atasco que existe en el vagón de perseguidores de los dos destacados, el Rápido de Bouzas y el Villalbés.
Dada la acumulación de contratiempos que ha soportado la plantilla del Barco en el primer tercio de liga, las expectativas no pueden dejar de ser ambiciosas, a poco que los de Javi Rey repitan los pasos de la segunda vuelta de la pasada temporada. Aquella remontada (acabaron la primera vuelta con 24 puntos, a nueve del cuarto) les acercó a cinco puntos de las plazas de ascenso a un mes para el desenlace del campeonato.
Un Arosa enrachado
El conjunto valdeorrés se encontrará con una de las mejores versiones del Arosa en las últimas temporadas. La trayectoria del conjunto que entrena Jorge Otero se ha convertido en el mejor aval del moderado optimismo que rodea al equipo que también ganó la fase autonómica de la Copa RFEF.
Sus números son significativos. La cuarta plaza que ostentan es la consecuencia de lo que está siendo el tercer mejor arranque competitivo del Arosa en los últimos 30 años. Las dos que superan el registro actual acabaron con la celebración del ascenso a Segunda B. Hay que remontarse al año 1986-1987 para encontrar un mejor balance de los vilagarcianos en la categoría. Y es que solo en aquella temporada el primer plantel arlequinado sumaba más puntos que los 24 actuales tras las primeras. En concreto eran 31 los tantos que hace exactamente tres décadas sumaba el equipo vilagarciano gracias a nueve victorias, cuatro empates y una única derrota.
Aquella temporada finalizó además con el ascenso a Segunda B. También en la campaña 1992-1993, aquel Arosa dirigido por Félix Carnero fue capaz de superar los 24 puntos actuales en las primeras 14 jornadas. En dicho curso, que curiosamente coincidió con el último ascenso a Segunda B y el título de Tercera División, 27 eran los puntos conseguidos por el conjunto vilagarciano tras siete victorias, seis empates y una derrota.
La actual tarjeta de rendimiento de los de Jorge Otero recoge seis triunfos, seis empates y dos tropiezos, pero sobre todo muy buenas trazas competitivas. En el baremo goleador quizá es donde se encuentran números para mejorar. Los 18 tantos a favor frente a los 15 en contra no es un balance que concuerde con un cuarto clasificado, y que además justifica el hecho de que el Arosa solo haya podido encadenar dos victorias en una sola ocasión. Por ahí es por donde se atisba un mayor margen de mejora para un conjunto vilagarciano que está al ritmo de puntos de las campañas de sus últimos ascensos.
