La UD Ourense y el Bande llegaban empatados a todo al duelo particular y los 88 minutos del pulso que sostuvieron ayer prolongan el equilibrio. Salvo que lo impidan deslices ante terceros, el toma y daca por la liga va para largo. No pudo acabar el encuentro porque se echó la noche encima y un fallo en la iluminación artificial dificultaba la visión del juego. Era el resultado que les faltaba a ambos. Los blanquivioletas siguen primeros por el coeficiente general de goles y los unionistas cierran una racha de diez victorias salvando la salida más complicada. Los pinchazos de los perseguidores les permiten a los dos disfrutar de una cómoda renta en la carrera por el ascenso.

El Bande propuso alta intensidad, con enorme velocidad en sus movimientos ofensivos y mucho desgaste para atosigar al valiente que no le quemase el balón. Nadie se entretuvo en la elaboración porque las distancias son muy cortas en el sintético de Outeiro y cada robo suponía un susto en área propia. La UD Ourense trató de mantenerse firme y atacar por banda. Y golpeó primero. Había avisado en una falta lateral cabeceada por Unai, fácil para Suso, y poco después Cristian entró por la izquierda, con tiempo para perfilarse. Se atrevió con el remate con el interior y lo clavó. Las gargantas unionistas se quebraron.

Fue una tarde muy ruidosa fuera del rectángulo. El Bande no acusó el golpe. Jaime le dio trabajo al lateral Sergio con sus incursiones por la izquierda. Le faltó definición en las dos primeras. Siguieron molestando los locales en balones colgados por el propio Jaime, hasta que Iván González trasladó a los dos hombres de banda y Quini Cotarelo peinó un centro de Jaime. Un gol de bandera.

El partido se paró por un feo altercado en el banquillo del Bande, al recibir su entrenador un golpe de un aficionado. Al poco de reanudarse el partido fue expulsado el propio Iván González, vehemente como pocos en un banquillo, y ya no se jugó más. La UD Ourense malgastó contras contadas y a Cotarelo se le marchó cruzado el último remate del primer tiempo.

El segundo tampoco tuvo mucha área. La UD Ourense volvió a empezar más convencida, aunque demasiado lejos del área. El Bande hizo cinco cambios de una tacada para buscar la reacción y frenar los contragolpes unionistas. Unai lo intentó en una volea que atrapó Suso. En el 64, Aitor no llegó en el área en un balón colgado y, en el 70, Fon quiso retrasar el juego y Hugo cazó la cesión. Algo forzado por el cansancio y el ángulo cerrándosele, el disparo se fue al cuerpo del portero, el único al que no se le hizo de noche.