En el capítulo de responsabilidades en el fracaso por la tentativa de ascenso, en el consejo de administración se culpa a Diputación y Concello de circunscribir la negociación del aval a una única entidad financiera. En el caso de la oposición municipal, se acusa a DO, PSOE y OUeC de "echar por tierra un proyecto por y para Ourense con argumentos demagógicos y falaces".

En cuanto a la dependencia que tiene el proyecto del dinero público, el presidente del COB, Antonio Gavilanes, explicó que "un año de trabajo debía haber dado frutos en forma de inyección de capital privado y lo cierto es que los había dado, pero en el momento que fuésemos ACB. De hecho, el 70 % del presupuesto estaría ya cerrado si saliésemos en dicha competición".

Señaló además que "mientras el club no sea ACB, las empresas privadas, que buscan un rendimiento para sí mismas, no tienen interés en Ourense". Agregó que "el dinero de los inversores publicitarios privados hace falta para tener un presupuesto mínimo con el que competir en ACB y, hoy en día, un patrocinador que dé nombre al equipo y salga en una camiseta ACB puede dar a a lo sumo 300.000 o 400.000 euros. Todo muy lejos de los 3 millones que pide la ACB".

El otro argumento con que justificó la inyección económica indispensable de la Administración es que son accionistas mayoritarias del club y el retorno intrínseco que se genera por la participación del club en la ACB. "Un retorno que hemos mostrado con un estudio de la Universidad de Vigo que ha criticado toda la oposición municipal, pero del que no nos han dado ni un solo dato en contra", reprochó.

Los directivos confirmaron que también habían puesto sobre la mesa una ampliación de capital, pero que se necesita un 5 % de las acciones para proponerlo en una junta.