El empate del Málaga en Granada concede al Celta la oportunidad de dejar casi asegurado hoy en Gijón el séptimo puesto final en la Liga, como mínimo, y la consiguiente clasificación para la Europa League. Pero el equipo de Berizzo sabe que sumando tres puntos ante el Sporting no solo ampliaría a once la diferencia con los malacitanos sino que se asentaría en la quinta plaza, a la que también aspiran el Sevilla y el Athletic Club de Bilbao. Pero para obtener esos preciados beneficios, el equipo vigués es consciente de la dificultad que entraña el duelo de este mediodía en El Molinón (12 horas, Canal+Liga). El rival se juega la vida y no escatimará fuerzas y medios para sacar adelante el compromiso, en el que contará con la estimable ayuda de casi treinta mil aficionados. Rubén Blanco y Pablo Hernández pueden ser las novedades del once céltico, al que también se le presenta la oportunidad de superar el récord de puntos como visitante del equipo vigués en Primera División (suma 23). Desde que recuperó la máxima categoría, ha ido en línea ascendente. Quiere mantener o mejorar, si es posible, los excelentes finales de curso de los últimos tres años. Viene de conseguir cuatro triunfos, dos empates y una derrota en siete jornadas, a pesar de las dificultades de su técnico para repetir un once por lesiones o sanciones. Marcelo Díaz sigue de baja, al igual que Fontás. Bongonda ha viajado a Gijón pero sin estar recuperado totalmente de una faringoamigdalitis aguda que le impidió entrenar el viernes.

Berizzo ha decidido convocar a diecinueve futbolistas. Ha incluido en la lista al canterano Pape Cheick, por lo que antes del partido deberá decidir un descarte. Como ocurrió ante el Deportivo, el candidato a quedarse en la grada es el serbio Drazic. El técnico tampoco quiso desvelar ayer el equipo titular, pero dejó abierta la puerta para la reaparición de Rubén Blanco en la portería. "Puede que apostemos por rotar", admite al hablar del cancerbero de Mos, que no ha vuelto al equipo desde la goleada en el Bernabéu. Ese es, por el momento, el último tropiezo del equipo.

La defensa parece intocable, con Mallo, Cabral, Sergi Gómez y Jonny. Las mayores dudas surgen a partir del centro del campo. La recuperación de El Tucu Hernández, que jugó unos minutos ante el Deportivo, abren el abanico de posibilidades para formar una línea en la que Radoja y Wass podrían repetir. Si se suma Hernández -"Es una muy buena noticia" su recuperación, según Berizzo-, Orellana regresaría al costado derecho. Ese movimiento obligaría a Aspas a jugar como delantero, con Nolito por la izquierda. Tampoco se descarta que aparezca Guidetti en el once.El sueco ha quedado relegado a la suplencia tras marcar en Valencia.

Berizzo busca un once que contrarreste la intensidad, el juego a la contra y la paciencia con la que el Sporting esperará su oportunidad para llevarse los tres puntos. Para ello, quiere que sus jugadores dominen la posesión del balón y sepan elegir las jugadas con las que romper el tupido y organizado sistema defensivo que plantea el rival.

Ayer, el técnico argentino advertía incluso de la peligrosidad de los saques de banda que Luis Hernández pone en el interior del área adversaria. El rojiblanco, sin embargo, lleva varias semanas sin poder ejecutar esos lanzamientos por los problemas que arrastra en un hombro.

En el once de Abelardo Fernández, que el viernes destacó la peligrosidad de Aspas, Nolito y Orellana, tampoco aparece el croata Halilovic, cedido por el Barcelona. El técnico del Sporting le exige mayor sacrificio en la presión y en la recta final del campeonato lo ha relegado al papel de revulsivo para los últimos minutos.

A pesar de ocupar la antepenúltima posición en la tabla, con 28 puntos, el Sporting se muestra muy vivo en la Liga, pues sumó cuatro puntos en las dos últimas jornadas: ganó al Atlético de Madrid en Gijón, tras adelantarse los colchoneros, y sumó un empate en casa del Levante. Le penaliza el haber encajado goles en los diez últimos partidos en El Molinón, que se ha volcado con su equipo para evitar el descenso. Abelardo admitía que un empate ante el Celta lo consideraría un buen resultado si su equipo gana después en Las Palmas. Pero El Pitu sabe que el Celta ha emprendido una carrera sin límites para asegurarse su regreso a Europa.