A la Unión Deportiva Ourense le puede quedar menos de un mes en Segunda Autonómica si el rumbo del ascenso conserva las actuales coordenadas. Cada vez que ganan los unionistas, y lo consiguen desde hace 16 jornadas de forma puntual, pinchan sus perseguidores. La renta sobre el tercero ya es de 12 puntos, más el coeficiente particular de goles, cuando solo quedan 24 en juego. Ganando los próximos cuatro encuentros tienen asegurado un festejo, aunque todavía podría anticiparse más si los aspirantes a la segunda plaza de ascenso siguen derramando puntos.

La UD Ourense solventa su doble desplazamiento de esta segunda vuelta con un balance de nueve goles a favor y dos en contra, aunque nada tuvo que ver, en cuanto a exigencia, el regreso a la tierra de ayer, en Pontedeva, con la gélida incursión en Castro Caldelas. En un campo de 40 metros de ancho y contra un rival intenso mientras se lo permitieron las fuerzas, el conjunto que dirige Rubén García tuvo que jugar con las mismas cartas.

Y Omar se sacó el as de la manga para romper el cero a cero. Con el sol a favor, el mediocentro unionista buscó un disparo de larga distancia, con mucha parábola, que acabó entrando en la red con el portero del Pontedeva. Caía el gol 100 para la UD Ourense en 26 partidos. No sería el único golazo de la tarde, aunque el siguiente lo celebraron los locales. Como venía en el guion, Nicolás cabeceó un saque de banda y ni el central ni el portero llegaron al despeje.

El empate espoleó al Ponteveda en la recta final de un primer tiempo en el que los ánimos se habían destemplado por una patada sin balón de Germán a Senén en el minuto 32 que sorprendió al árbitro de espaldas. El equipo local también tendría motivos de queja, aunque antes Óscar desperdició dos contras peligrosas. Primero Xurxo y a continuación Lucas Nieto se interpusieron a tiempo para cortar la amenaza del segundo tanto local. Como en toda la segunda vuelta, a medida que se acerca la hora de juego la UD Ourense ya se emplea a un ritmo superior.

En el minuto 56 cambió el partido. Xaco persiguió hasta la línea de fondo un balón que dejaron pasar el lateral y el portero. El unionista insistió y centró y Otero solo tuvo que empujar a la red. En el Pontedeva se llevaron las manos a la cabeza cuando el árbitro concedió el gol al entender que la pelota había rebasado ampliamente la línea, pero no hubo rectificación.

Con el resultado cuesta abajo, la UD Ourense le empezó a encontrar utilidad a las numerosas jugadas a balón parado que le dejó la tarde. Apenas unos minutos después de que entre el guardameta Jose y un defensor evitaran el tercer gol en sendos remates a bocajarro, Jorge no perdonaba en el segundo palo.

Apenas cinco minutos después de salir al campo en sustitución de Senén, anotaba su octavo tanto esta temporada. Y también haría el noveno. En la segunda jugada de un córner, cazó de primera y a media altura un balón que se convirtió en un rayo hacia la escuadra.

También reaparecieron ayer Brais y Valderas. Hubo ocasiones para más, pero el portero local fue sacando el trabajo y Samuel tampoco tuvo grandes sustos. Superada una doble excursión a la que se le tenía respeto, todos pensaban ya en volver a las comodidades de O Couto, donde el próximo domingo recibirán a un Ribadavia Atlético que en los tres partidos anteriores siempre puso en muchas dificultades a los unionistas. Fue el último equipo al que no ganaron, hace ya cuatro meses, cuando apenas se adivinaba la descomunal reacción que ha conseguido que el ascenso a Primera Autonómica sea cuestión de tiempo. De poco.