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Julio Martínez cruza los dedos para ascender en O Couto

Nunca ha vivido un ascenso y desea que el partido decisivo coincida en casa porque "puede ser una locura" - "A día de hoy ya no se nos puede escapar nada", indica el mediocentro

El unionista Julio Martínez controla un balón en Eiroás. // Iñaki Osorio

Las dos rachas de continuidad de Julio Martínez en la alineación titular de la Unión Deportiva Ourense han coincidido en el peor y el mejor momento de la temporada. Tuvo que soportar las decepciones de Arnoia o Amoeiro y la única derrota en O Couto, ante el Santa Teresita, pero ahora disfruta de la inercia que ha acelerado los plazos del ascenso a la Primera Autonómica. El mediocentro aprovechó una lesión muscular de Diego Soto en enero para afianzarse como un baluarte en la medular.

"Al principio jugaba bastante, después vino un parón y ahora vuelvo a jugar. Y muy contento", se confiesa. Ayuda mucho el idilio con la victoria. "Hemos remontado. Menos mal, porque parecía que no arrancábamos. Son 15 victorias seguidas y eso te quita presión de encima y salen mejor las cosas. Al principio nos costó, pero todos esperábamos que la temporada acabara saliendo así", indica Julio Martínez sobre la reacción unionista.

Mirando atrás, admite en todo caso que era inimaginable, a nueve jornadas del desenlace, haber alcanzado registros como los 99 goles a favor, los 26 en contra, esa cadena de 15 victorias y los 10 puntos de ventaja sobre el tercer clasificado. "Cuando vimos lo mal que empezamos, lo de ganar la liga quedaba a un lado y el ascenso era lo único importante. A día de hoy ya no se nos puede escapar nada. Y la Copa es otro objetivo".

Julio Martínez es de los que más apetito tiene, porque en toda su etapa formativa en el Pabellón no pudo catar el festejo de un ascenso. Hace un año los unionistas lo celebraron en Maside, y el título en O Carballiño, por lo que les gustaría que el segundo fuera en casa. "Ya me toca y ojalá sea en el Couto, porque habrá mucha gente. Ascender en nuestro campo puede ser una locura", se imagina.

El mediocampista, que con el defensa Otero y el delantero Jorge encarnó los tres primeros fichajes de la UD Ourense, reconoce que no le incomoda la lupa de O Couto: "Es donde más me gusta jugar. Cuando viene tanta gente da gusto jugar y presión ahora no sentimos ninguna. Los partidos más difíciles son en los campos de tierra, porque cuesta más combinar y el balón suele tardar en entrar".

De tierra es el terreno de juego del Campus Sur de la Universidad de Santiago de Compostela, en la que cursa la carrera de Económicas, y donde estira las piernas por la semana en los partidos de la liga universitaria. Solo puede entrenarse con el grupo los viernes, además de correr por su cuenta. Y de tierra también es el campo que toca visitar la próxima jornada, donde espera un Pontedeva declinante en resultados.

Allí será muy complicado sostener la propuesta asociativa que le gusta a Julio Martínez: "Contra el Caldelao estaba difícil el campo y aún así se jugó el balón. Tenemos jugadores para tocarla y, sobre todo en estas ligas, lo importante es tener el balón". El domingo que viene la relevancia de las estrategias aumentará, un ámbito en el que también se siente a gusto la "torre" unionista con sus 1.89 metros de altura. En su haber tiene tres goles, uno en Arnoia, que no bastó para puntuar, y los dos de Ribadavia que salvaron un punto en el último encuentro que no ganaron. Era el 8 de noviembre, pero la UD Ourense demostró el pasado domingo en Castro Caldelas que el conformismo no es una opción. Quieren acabar el trabajo cuanto antes y transmiten mucha superioridad, una percepción compartida desde el campo: "Hubo varios partidos que empezamos perdiendo, pero en las segundas partes arrollamos".

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