Casi cinco meses después de que el Club Ourense Baloncesto se ganase en las pistas el ascenso a la Liga ACB, su presidente, Antonio Gavilanes, que se ha fajado en los frentes abiertos con la asociación de clubes y el Consejo Superior de Deportes para hacer valer los derechos del equipo ourensano, considera que la tormenta ha quedado atrás y por ello se muestra más tranquilo. Al preguntarle si ha pasado página contesta que "nunca hubiese creído que un presidente tuviera que trabajar durante todo el verano con las instituciones para intentar que el club, que legalmente había conseguido el ascenso, tenga que esperar un año más". A modo de balance, cuando el balón ya se ha puesto en juego de nuevo con la pretemporada, considera que la decisión de aceptar el aplazamiento del ascenso al año 2016 "ha sido la correcta y la más positiva para el club".

Gavilanes ya no espera ninguna contestación del CSD: "Al final fuimos unos convidados de piedra pero ahora tenemos que olvidarnos y centrarnos en esta nueva temporada". Este año se ha bajado el presupuesto de 590.000 a 500.000 euros y avisa de que intentará reducirlo incluso: "Si podemos bajarlo todavía más, será un dinero que podamos tener ahorrado para ir preparándonos para la Liga ACB".

El recorte no afecta a la ilusión que ha depositado en el último proyecto en LEB Oro: "El equipo va a tener un rol distinto, va a intentar competir igual que el año pasado aunque no vamos a tener una plantilla para estar peleando por los primeros puestos. Lo más bonito de todo es que tenemos jugadores jóvenes, con mucho talento, y que se van a entregar en todos los partidos para dar espectáculo a todos los aficionados que se den cita en el Pazo Paco Paz".

En cuanto al organigrama del club, Gavilanes señaló que el anterior no era el idóneo para un equipo de ACB. "Hemos empezado a trabajar con el nuevo directivo Germán Rodríguez, con un gerente (César Fernández) y una secretaria (Charo Valado). También habrá que pensar en que las instituciones, tanto Concello como Diputación, con las que vamos cogidas de la mano y hemos tomado todas las decisiones en consenso. De momento han depositado su confianza en este consejo de administración para que siga la tercera temporada al frente del club".

En cuanto a un posible patrocinador y a las subvenciones, el presidente fue tajante: "Conseguir un espónsor va a ser muy complicado. Me he reunido con el concejal de Deportes y ya le he dicho que este año esperaba que se nos diera una subvención nominativa para completar el presupuesto. La aportación de la Diputación va a seguir en la misma dinámica que en años anteriores. Se va promocionar el termalismo y esperamos conseguir una cantidad importante".

En cuanto a la afición, Gavilanes le da las gracias por estar al lado del club "en tiempos complicados al lado del club" y que confíen en que "si el vaso estaba medio vacío en esta temporada de transición hacia la ACB, el vaso se va a llenar y podrán disfrutar de un baloncesto vistoso y de un equipo que dará la cara en todos los partidos".

El COB tuvo 1.800 socios la pasada temporada y su presidente se contentaría con llegar a los 2.000 este año: "Creo que hemos hecho un esfuerzo importante rebajando los carnés a precios asequibles para todos los bolsillos". Sobre la llegada del último refuerzo para cerrar la plantilla, el presidente anuncia que se confirmará en los próximos días: "El equipo está a la espera de un pívot, pero tampoco nos corre prisa en caso de que no podamos conseguir un jugador que esté al alcance de la economía del club y que nos pueda aportar un plus. No está descartada la llegada de Geramipoor, pero hay otras posibilidades abiertas, por lo que creo que hasta la próxima semana no vamos a decidir nada".