El técnico ayudante de Antonio Dacosta, que esta semana no pudo dirigir al equipo al estar convaleciente, destacó la importancia anímica de la victoria de ayer en O Couto tras el revés sufrido en Arnoia. "Fue como una liberación. Por la semana había un poco de caras largas por haber encajado la primera derrota en liga y el equipo se vio un poco atenazado al principio. Llegamos y no marcamos, pero una vez que metimos ese primer gol, ya nos soltamos más y al final creo que el resultado fue justo", explicó Rubén García. El entrenador de los unionistas incidió en la forma en que fue recuperando sensaciones el equipo tras una semana difícil: "La pretemporada fue buena, pero llegas a Arnoia, nos ganan como el año pasado, y siempre entran las dudas, pero una vez que cae el primer gol, ya fue la misma historia de siempre". Rubén García considera que, en su condición de local, la UD Ourense adquiere su máxima dimensión, pero advierte de que no puede hacer concesiones. "En este campo, con espacios, tenemos mucho peligro pero va a haber campos, como por ejemplo el de la semana que viene, el de A Carabina de Loñoá, que es mucho más pequeño y en el que nos va a ser mucho más difícil. Los equipos están más trabajados tácticamente en Segunda Autonómica. En Loñoá está Julio Pablo, que tiene título nacional y es un buen entrenador, y nos va a plantear bien el partido. No es lo mismo que en Tercera, que los equipos se juntan y hacen lo que pueden. Este año va a haber entre cuatro o seis rivales bien trabajados contra los que va a resultar complicado sacar el partido adelante".