Suele decirse que el fútbol tarde o temprano concede revanchas. Casualidad o no este extendido tópico puede cumplirse el domingo con la visita a Balaídos de la UD Las Palmas y no por el regreso al estadio vigués de Paco Herrera, sino porque el partido concede a Eduardo Berizzo, la oportunidad de subsanar el error cometido en su debut futbolístico como celeste, que costó al Celta tres puntos. Ocurrió el 7 de enero de 2001 con Berizzo recién llegado de River como fichaje de invierno en un momento en que el equipo atravesaba momentos de seria dificultad.

Doriva retrasó un balón arriesgado y Berizzo, que era el último defensa, trastabilló. Souleymane Oulare, delantero guineano de Las Palmas, recogió el balón y batió con parsimonia por bajo a Pablo Cavallero (minuto 12.). El resto del choque constituyó un simple relleno para acompañar a tan desgraciada acción.

Pero aunque Berizzo inició literalmente con mal pie su andadura en Vigo, el actual técnico celeste fue en los meses siguiente uno de los baluartes defensivos del equipo y protagonista de la espectacular remontada que llevó a aquel Celta de la decimosexta a la sexta posición final en una temporada en la que el equipo alcanzó los cuartos de final en Copa de la UEFA y la final de la Copa del Rey. El Toto ya se tomó de algún modo la revancha aquel año ganado a domicilio a Las Palmas con un autogol de Álvaro y el pasado curso, ya como técnico, eliminó al equipo canario de la Copa del Rey. El domingo se le presenta una nueva oportunidad de revancha en la Liga.