La UD Ourense reunió una plantilla de 22 jugadores en tiempo récord teniendo en cuenta la altura del verano y no se quedan atrás en la escala del éxito de gestión los avances en la cantera porque, como dice su coordinador, Perfecto Rodríguez, Peluso, "lo que se destroza en un día calcúlenle diez años para volver a montarlo". Las dos tareas han tenido como nexo el sentimiento de fidelidad a Club Deportivo Ourense. "Hemos tenido gente que ha esperado hasta última hora, tanto padres como chavales, para ser partícipes de este nuevo club, lo cual es de agradecer, y mucha gente de casi todos los clubes de Ourense nos ha llamado para brindarse a lo que haga falta", expone Peluso. El objetivo que se marca suena utópico, pero advierte que lo intentará: "Hemos tenido un primer contacto con el Pabellón, y creo que por fin se puede conseguir esa unión. Si este club tira para arriba, trataremos que sea el espejo de los niños, pero no solo del Ourense, sino de Velle, Santa Cruz o Pabellón. Nos da igual de donde salgan los niños, pero tienen que llegar a los 17 o 18 años bien formados a todos los niveles".

La UD Ourense dispone ya de un equipo por categoría. El coordinador da por hecho que tendrá más, pero "no se puede empezar el viaje sin tener medio de locomoción. Conseguimos unas horas en un campo, suficientes para ese equipo, entonces cerramos ese equipo". La próxima semana "al 99 % de posibilidades", el club tendrá más campos "y a partir de ahí, con los entrenadores que tengo en mente, jugadores hay anotados un montón para pertenecer a este club. El Pabellón seguro que tiene excedentes y vamos a empezar. Poco a poco. Si el primer equipo empieza desde abajo, las categorías inferiores, que empiecen desde abajo", explica Peluso.

Al empezar de cero "las categorías inferiores deben crecer con el club", advierte. "No queremos tener por tener equipos. Tendremos los que podamos tener, pero mientras prevalezca mi idea, serán dos por categoría, no más, porque el Pabellón querrá tener otros dos, y me da igual porque a los 18 años, cuando el club pueda estar en Tercera División o donde sea, podrán salir para ahí. Eso es lo que pretendemos. Que el padre esté atendido, que el hijo venga de donde quiera", apunta en clave de futuro.

Sin urgencias

También rehuye la producción a corto plazo: "No vamos a disputar con nadie ni queremos ascensos rápido en la base. Ya hay buenos equipos en Ourense, y si tenemos dos buenos chavales, que los termine de hacer el Pabellón y con 18 años me los devuelve y que me jueguen en el Ourense. No queremos ganar trofeos, queremos hacer jugadores. Está claro que nuestra idea es otra en la forma de hacer las cosas con los chavales de lo que se está haciendo".

La precipitación de los plazos ha jugado en contra. Peluso reconoce que algunos de los monitores que tiene en mente para el proyecto de cantera "ya los han cogido porque son los buenos y los que saben estar, los que enseñan a los niños", por lo que habrá que esperar y ser paciente, dos condimentos indispensables en la base.

También se compromete a hacerle sitio a todos los que han pedido jugar y formarse en la Unión Deportiva Ourense: "Hay padres que nos han llamado y que estén tranquilos. Si en juveniles no tenemos capacidad o número suficiente, esos niños que están anotados no van a quedarse sin fútbol. Personalmente me voy a encargar de colocarlos en el mejor sitio que podamos si no reunimos un número suficiente. Es un compromiso mío. Nadie va a quedarse tirado".

Peluso recalca además que tendrán la mejor materia prima para garantizar futbolistas para el primer equipo: "Vamos a recibir ahora los que no quiso nadie. Son los que queremos. Son los buenos, los que más capacidad de trabajo y mejora van a tener. Ese es nuestro compromiso. Trabajo y mejora, no ganar campeonatos. Que vengan los que no valen para competir en los equipos que están en las ligas más altas, porque ahí se verá si estamos haciendo un buen trabajo, porque ganar con los buenos es fácil".