El Real Madrid mima a sus estrellas

Ancelotti, centrado en la final de Lisboa, dosifica esfuerzos entre sus hombres de ataque

Cristiano Ronaldo, en el centro, durante el entrenamiento previo al partido en Balaídos. // Víctor Lerena

Cristiano Ronaldo, en el centro, durante el entrenamiento previo al partido en Balaídos. // Víctor Lerena

NACHO AZPARREN

El Real Madrid enterró en Vigo, en la penúltima jornada de la Liga, sus opciones al título en un torneo marcado por sus malos resultados en los duelos directos ante Atlético de Madrid y Barcelona, en el que se ha dejado llevar tras conquistar Múnich en Liga de Campeones, con dos puntos de los nueve últimos en el momento en el que todo se decide.

Que la apuesta señala a Lisboa de forma directa se ha podido comprobar en las últimas jornadas. En caso de duda, Ancelotti ha optado por el descanso de sus pupilos. En Madrid, hablar de la Copa de Europa hace que todo pase a un segundo plano. Ancelotti ha querido comulgar con esta idea aun con el coste de tirar la Liga. El italiano cuida el estado de su tridente -Cristiano, Bale y Benzema- en una apuesta decidida por Lisboa.

Los planes pasan porque poco a poco se vayan recuperando piezas. Benzema no tendrá problemas para disputar la final europea. Era uno de los que preocupaban en la entidad madridista. El francés se cayó de la convocatoria en Vigo por molestias en la rodilla izquierda. Las pruebas a las que se le sometieron ayer revelaron que no sufre lesión ninguna y estará disponible para la final de Lisboa, el 24 de mayo.

Sobre Cristiano están puestas las mayorías de las miradas desde que una lesión le apartara de la vuelta de cuartos de final en Dortmund. El luso no estuvo tampoco en la final de Copa y sus problemas últimos han obligado al descanso forzado. Con Cristiano el planteamiento es diferente: su puesta a punto perfecta pasa por estar en el césped el mayor número de minutos posibles. Por eso, Ancelotti se plantea que el sábado sea de la partida ante el Espanyol en el Bernabéu, en la despedida liguera del Madrid.

Con Bale el asunto está claro. El galés se presumía titular ante el Celta, más aun con la baja de sus dos compañeros en la vanguardia, pero se pasó el encuentro en el banquillo. Ancelotti explicó al final del partido los motivos de su ausencia. «No estaba al cien por cien», aclaró; "Tuvo un golpe, pero he preferido no arriesgar sobre todo al final cuando podía ponerlo y evitar problemas". No parece por sus declaraciones que el estado del galés sea especialmente preocupante.

Asegurado el apartado ofensivo, el otro foco de preocupación se sitúa en la defensa. Pepe es el que tiene más complicado llegar a la cita de Lisboa. El central sufre una lesión de grado I en el sóleo de su pierna derecha y no jugará ante el Espanyol. Su presencia en la final no se sabrá hasta las últimas horas previas a la cita.

El desenlace de la Liga, con los blancos fuera de la lucha por el título, tiene su visión más positiva en una preparación adecuada para la Europa. El sacrificio de la Liga permite a Ancelotti dosificar esfuerzos.

Tracking Pixel Contents