La directiva cierra su primer año al frente del Ourense con la certeza de que el aficionado de a pie cree más en el futuro de la institución que el tejido empresarial de la ciudad y Hacienda y la Seguridad Social, los mayores acreedores y los que deberían estar más interesados en evitar la liquidación.

La respuesta de la afición en la primera temporada del ciclo que comandarán los Alejandro Estévez, José Luis González y José Ramón Fernández Morgade y equipo ha sido muy reconfortante para los directivos. Por contra, desde la cúpula de O Couto se lamenta la "falta de implicación" de las empresas ourensanas y de la Administración. "Nos han tratado mal, con presiones y negociaciones terroríficas que no se merecían ni este club ni esta directiva", denuncian.

Si el Ourense no logra incrementar el respaldo social del último ejercicio, en el que se alcanzó un techo histórico con más 3.000 carnés expedidos, y la captación de ingresos por publicidad volverá a pasarlo mal. De hecho ya vive en números rojos un verano más. Esta vez se acumulan los retrasos en el pago con empleados, jugadores y pequeños acreedores al haber atendido las leoninas condiciones impuestas por la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.

Las expectativas en cuanto a la movilización de los aficionados son positivas porque ya hay más socios renovados de los que se contabilizaban el año pasado cuando tomaron el testigo de Manuel Seoane. Aunque el gran tirón llegará cuando se aproxime el inicio de la competición, el ritmo de renovación y captación es satisfactorio para los dirigentes rojillos.

La floja entrada que registró el estadio de O Couto en el partido de presentación del pasado martes contra el Sporting Clube de Braga no enfría el optimismo. La directiva esperaba una afluencia en torno a 1.500 o 2.000 espectadores y en sus estimaciones no pasaron de 800 los asistentes. A ellos se les pide disculpas por el equipo que presentaron los portugueses, ya que el compromiso que habían alcanzado ambas directivas a comienzos del mes de julio era que estuviera presente sobre el terreno de juego la mayor parte de la primera plantilla y no el filial.