Fin de fiesta para el Club Ourense Baloncesto en el Pazo, donde después de siete victorias fue derrotado por un Melilla que gana tiempo. Los cobistas llevaron el partido al intercambio de golpes ante un colista ficticio por el talento que reúne en sus menguadas filas. Los de casa siempre fueron ganando a los puntos, pero solo consiguieron que el rival se tambalease. Faltó el gancho a la mandíbula y los melillenses, sabiendo que sus errores ya no tienen solución, no tuvieron miedo a ganar.

El primer cuarto enseñó las bazas de los equipos para abordar un partido decisivo. El COB hizo daño desde fuera, convirtiendo el partido en maniobras de tiro de las que el Melilla salió vivo al escudarse en sus hombres de dentro, con un Francis Sánchez estelar, y en la imaginación de Scott. Los visitantes se imponían por dentro, con Wachsmann y Manzano rebañando puntos y rebotes a Ogide, Kedzo y Serrano. Los de Rafa Sanz encontraron en Movilla el contrapeso de un Barbour poco inspirado en los primeros minutos y Gibbs marcó la diferencia en el mando. Nadie apretaba tuercas y las alternativas en el marcador resolvieron el parcial con empate.

Un triple de Javi Múgica agradeció las facilidades que concedía la defensa melillense. La variedad de recursos ofensivos hizo daño y los cobistas abrieron la primera brecha 35-28 a seis minutos del descanso. Movilla tenía la muñeca mejor armada de la sesión.

Una pérdida y la antideportiva posterior que le cobraron a Raúl Mena, que compartió la batuta con Gibbs al estar relegado Rai López, impidieron que la diferencia llegase a 10 puntos. El COB rebasó la frontera de los 40 puntos a cuatro minutos del descanso con un triple de Barbour a pesar de que el caudal de puntos interiores, con Ogide desacertado en los golpes cortos, no estuvo a la altura y el partido volvió a la igualdad al filo del descanso. Scott le daba vistosidad a los ataques del Melilla y Alfonso Sánchez se sumó al recital de triples (44-40) para frenar la tendencia al empate. El primer tiempo concluyó con 48-45.

Los dos equipos siguieron empeñados en disparar el marcador al regreso del descanso. Defensas descosidas por demasiadas ametralladoras. Héctor Manzano puso el empate a 54 a los tres minutos del segundo cuarto y Movilla dio la réplica con su quinto triple. Con el extremeño desatado, Kedzo y Julio navegaban a placer por dentro y una bandeja tras robo de Gibbs obligó a García de Vitoria a echar el freno (64-57 a 4.28 minutos).

El ajuste defensivo surtió efecto, Melilla forzó errores y el goteo de puntos de Manzano y Scott (64-63) evitó de nuevo la huida del COB hacia la victoria. Jesús Castro completó otra transición propiciada por Francis Sánchez y devolvió la iniciativa a los melillenses (64-65) a medio minuto para el final de cuarto.

El partido llegó empatado y cautivo de la presión al capítulo predilecto de los cobistas en sus últimos partidos en el Pazo. Barbour se jugó el primer balón importante con puntería (68-65) y mantuvo la onda. Movilla convirtió una recuperación de Mena para establecer el 72-67 y activar el resorte del tiempo muerto melillense. Las urgencias obligaron a elegir los peores tiros. Serrano emergió con puntos e intimidación mientras Ogide purgaba su mal partido en el banquillo, pero el COB no encontró la lucidez para resolver. Riera volvió a apretar el marcador con otra canasta sin oposición tras pérdida en la circulación (79-76; 3.20). Francis empató a 81 a 1.34 minutos con un triple improbable y Scott colocó a los cobistas a remolque (81-83) a un minuto del desenlace. Con el COB arrugado, Gibbs se jugó la prórroga a siete segundos pero le atrapó la defensa.