Balonmano | Primera Nacional
El Automanía Luceros prepara su reconstrucción
Pousa y Bernárdez abandonan el filial cangués y el club busca un par de refuerzos

Adrián Bernárdez es uno de los jugadores que causará baja en el Luceros. / Santos Álvarez
En paralelo al proceso de reconstrucción en el que está inmerso el Frigoríficos del Morrazo, el Automanía Luceros afrontará una situación similar con la salida de varios de sus elementos de mayor peso específico. A la retirada de Azurmendi y a que todo apunta a que Manu Pérez podría tener ya una presencia exclusiva con el equipo de Liga Asobal Plenitude, se unirán las bajas de Pousa y Bernárdez, que abandonarán la práctica del balonmano de modo provisional por diferentes razones. También lo hará el extremo Pablo Fernández, lo que eleva a cinco las bajas en una escuadra que deberá reinventarse una vez más.
Es ley de vida en un filial y Adrián Méndez, técnico del cuadro morracense, así lo asume. Bernárdez dejará el equipo para centrarse en la preparación de unas oposiciones. El lateral ya se perdió 12 encuentros la pasada campaña por esta razón. También se cae de la ecuación Miguel Pousa, el más veterano del equipo cangués con 25 años, que se tomará un año sabático alejado de las pistas de balonmano. En el caso de Pablo Fernández, Fergo, son los estudios y el trabajo los que se esconden detrás de su decisión.
Así las cosas, Méndez se queda con nueve supervivientes de la plantilla de la temporada finalizada hace unas semanas. Son los porteros Mateo Pallas y Javi Fernández, que en teoría mantendrán el mismo estatus, alternando su presencia con el filial y el equipo de Asobal acompañando al montenegrino Suljevic. En la primera línea continuarán Iago Iglesias y Denís, mientras que en la posición de pivote son fijos Xandre y Juan. Para los extremos se cuenta con Martín Fuentes y con Manu Rodríguez, con la incógnita abierta de Gael Blanco.

Miguel Pousa en una acción del derbi entre el Automanía Luceros y el Bueu Atlético. / Santos Álvarez
Los primeros refuerzos llegarán desde el propio club, subiendo desde el filial de Autonómica a Menduiña, Moro y al portero Antón. El otro meta, Chapela, dejará el club al marcharse a estudiar a Santiago y no ser posible compatibilizar su carrera con el balonmano. También sumarán las tres apuestas que el club hizo la temporada pasada, con el pivote William Thompson, el extremo Dani Guerrero y el pivote Jaime Serrano, todos ellos aún en edad juvenil. Pero incluso en esa idea de acelerar procesos el Automanía Luceros fijará su mirada en alguno de los integrantes del actual equipo cadete top 8 nacional, que el año que viene serán juveniles de primer año. Los nombres de Dimitrije Doder, Xurxo o Christian están entre los posibles elegidos.
Además, el club deberá salir al mercado para retocar alguna posición. La idea es que pueda llegar al menos un primera línea y uno o dos jugadores zurdos. La posibilidad de entrar a corto o medio plazo en la órbita de Asobal es la principal baza con la que juega para convencer a esos fichajes en una categoría donde otros ponen dinero encima de la mesa.
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