Balonmano | Primera Nacional

El Automanía Luceros, un año para ejercer de trampolín

Adrián Méndez destaca la aportación de efectivos al primer equipo por encima de los resultados

Iago Fonseca pasa a un compañero en el duelo entre el Luceros y el Juventud Las Palmas.

Iago Fonseca pasa a un compañero en el duelo entre el Luceros y el Juventud Las Palmas. / Santos Álvarez

Cangas

«Ha sido una buena temporada, con los objetivos cumplidos, sobre todo el de servir para surtir de jugadores al equipo de arriba». Así valora el técnico del Automanía Luceros, Adrián Méndez, la temporada del filial del Frigoríficos del Morrazo en Primera Nacional, un año en el que ha conseguido acabar en la octava plaza con 36 puntos en su casillero. «Hemos hecho récord de puntos y también de goles en la mejor temporada de nuestra historia», afirma.

Con todo, más allá de los resultados numéricos, el verdadero éxito del Luceros ha estado en su papel como suministrador de jugadores para el equipo de Asobal. Azurmendi, Mateo, Javi Fernández, Gael, Pérez, Juan, Fuentes... Hasta siete efectivos han disputado minutos arriba, algunos de ellos con un notable peso específico en el equipo de Asobal. «Estamos muy contentos por ello. E incluso con las bajas que teníamos –lesiones de Pousa y Denis– hemos competido en los últimos partidos», resume Adrián Méndez.

Un equipo "más maduro"

Azurmendi se afianzó en el Frigoríficos adelantando a veces en la rotación a Gallardo, y Pérez cogió galones en la segunda vuelta. La portería fue otro cantar. En una temporada en la que Jorge Pérez primero y Luka Krivokapic después han estado intratables, tanto Mateo como Javi Fernández han respondido con creces cuando han tenido la oportunidad. El último en ganarse espacio en Asobal ha sido el extremo Martín Fuentes.

«Tenemos un equipo más maduro. Ya no podemos pensar en que somos jóvenes y disculpar los errores. Ya son dos o tres años de sénior y hay que dar el salto, marcarse objetivos individuales y aportar», señala el preparador. Méndez confía en poder seguir avanzando en un proyecto de cantera que está dando sus frutos, a pesar de los cantos de sirena que oyen muchos de sus pupilos. «La idea que tiene la mayoría es quedarse para seguir formándose y apuntar a Asobal», sentencia.

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