El Endurrazo volvió ayer a los montes de Moaña con más de 300 pilotos llegados desde toda Galicia, diferentes puntos de España y hasta del extranjero. La prueba moañesa, organizada por el THC Bike, es valedera para la Copa de España y eso la convierte en un gran atractivo para los participantes.
La competición se dividió en cinco tramos cronometrados, con el atractivo especial de que el último de ellos era de carácter nocturno. El descenso estaba previsto que se prolongase hasta la medianoche, con la vertiginosa bajada de casi 2 kilómetros entre A Paralaia y el área recreativa de Outeiro. Para ayudarles desde THC Bike extendieron más de 4 kilómetros de cable y colocaron más de 2.000 bombillas, con el suministro de 15 generadores. Todo un despliegue técnico encaminado a garantizar la seguridad de los deportistas y a hacer todavía más espectacular la competición.
En el tramo previo al descenso nocturno, entre A Paralaia y el entorno de Os Piñeiros, se registraron dos caídas y fue necesaria la presencia de la ambulancia para trasladar a uno de los pilotos.
Antes de comenzar el definitivo tramo el líder en la categoría élite era el vigués Antonio “Toni” Ferreiro, que el año pasado ya se proclamó campeón en Moaña por unas milésimas de diferencia.