El Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro llega al derbi del sábado en Pontevedra tras su victoria ante el Helvetia Anaitasuna. Los cangueses ya ganaron al Cisne en en la final de la Supercopa de Galicia y en el partido de ida disputado en O Gatañal (30-25), unos precedentes que para Nacho Moyano sirven de poco o de nada de cara el derbi del sábado.
–Más allá de lo que indica la clasificación y de las dinámicas con las que llegan Cangas y Cisne a este derbi, ¿se puede hablar de que existe un favorito?
–No. Se trata de un partido muy especial, que no entiende de dinámicas, de clasificaciones y que da un poco igual como llegues. Es un encuentro en el que puede pasar absolutamente de todo.
–Este tipo de partidos están rodeados de gran ambiente y emoción. ¿Cuál puede ser la clave para que el derbi se decante hacia un lado o el otro?
–La primera clave es conseguir llevar ese componente emocional hacia el terreno positivo. Es decir, aprovechar esa corriente que genera un derbi en cuanto a ambiente, emociones... Y la segunda, en un plano más de balonmano, es fundamental minimizar errores y el equipo que le de menos opciones al rival para correr será el que se lleve el gato al agua.
–El Cisne llega después de tres derrotas consecutivas. ¿Qué Cisne se espera el sábado?
–Sin duda al mejor Cisne posible. Los resultados de los últimos partidos no hacen justicia a su juego y a su momento de forma. En los partidos quizás tienen rachas demasiado malas que lastran todo lo positivo que hacen, que es muchísimo. Tenemos que esperarnos al mejor Cisne posible y durante el mayor tiempo posible. Y si contra nosotros tienen ese rato malo debemos aprovecharlo en positivo.
–Y en cuanto a su equipo, ¿qué debe hacer el Frigoríficos del Morrazo para intentar llevarse los dos puntos?
–Tenemos que parecernos lo máximo posible a la versión que ofrecimos el domingo ante el Anaitasuna. Muy serios y sólidos en defensa, teniendo muy claro lo que queremos hacer en ataque para minimizar las pérdidas de balón tontas. Esas pérdidas al Cisne le podrían dar muchas opciones de correr porque tienen dos auténticas balas en los extremos, que corren y se anticipan muchísimo.
–¿Ganar significaría condenar a un rival directo?
–¡Queda muchísimo! No creo que a estas alturas se pueda hablar de que haya alguien descendido, este es un año tremendamente atípico. Este final de temporada va a estar plagado de enfrentamientos y rivalidades directas. No es un año en el que se pueda hablar de descender o condenar a alguien con todo lo que falta.
–La afición de Cangas está movilizándose para ir a Pontevedra y será algo parecido a jugar en casa. ¿Qué ambiente espera?
–Va a haber muchísima gente de Cangas que se va a desplazar. Está claro que no es lo mismo que jugar en O Gatañal porque jugar fuera de casa siempre es jugar fuera de casa. Pero no nos vamos a sentir extraños porque lo que estamos percibiendo es que habrá mucha gente que se va a desplazar hasta allí, que va a estar con nosotros ayudándonos. Se va a vivir un ambiente espectacular y tenemos muchas ganas
