El Frigoríficos del Morrazo reorganiza su entramado defensivo

La baja de larga duración de Santi López y la más reciente de Alberto Martín han sido un ataque en toda regla a la línea de flotación de un Frigoríficos del Morrazo que sigue buceando en el mercado en busca de los sustitutos ideales. Pero el varapalo es mayor si cabe a la hora de analizar el sistema defensivo de los de Nacho Moyano, en donde los madrileños eran jugadores absolutamente fundamentales. Su ausencia obligará al técnico de los cangueses a reorganizar la estructura, a potenciar el papel de jugadores a priori secundarios en esas labores, y a acelerar la adaptación de las nuevas incorporaciones.

El Cangas cerró la primera vuelta como la novena mejor defensa de la Liga Asobal Plenitude, con un total de 461 goles recibidos, a una media de 30.67 por encuentro. La cifra no era excesivamente negativa, sobre todo teniendo en cuenta que Atlético Valladolid (460), Benidorm (457) y Logroño (455) estaban a tiro, y que los de Moyano no habían arrancado la temporada destacando en esta faceta. En la segunda mitad del campeonato el rendimiento de la retaguardia morracense se incrementó y eso se vi reflejado en la mejoría experimentada en cuanto a resultados.

Martín y Santi López eran dos de los fijos en el cuarteto central del Frigoríficos del Morrazo. Quintas sería el tercer elemento, y el cuarto variaba entre los dos laterales izquierdos puros –Brais y Fodorean– y el central Juan del Arco. La participación de Chaparro ha sido mucho menor, al igual que la de los dos zurdos de la primera línea, Aizen y Gayo, que apenas han trabajado en retaguardia.

Cinco opciones para cuatro puestos

Sin Martín el entrenador madrileño se queda con Quintas, Chaparro y con un Fodorean cada vez más integrado en los sistemas como opciones para el centro. Pero sus características no se asemejan a las del pivote internacional español, que asumía el grueso del trabajo de disuasión con salidas a nueve metros. Para los penúltimos Del Arco, Brais y el propio Fodorean deberían repartirse los minutos, aunque ninguno de ellos tiene la categoría de especialista de la que podía presumir Santi López. Numéricamente la cifra de potenciales defensores se queda un tanto justa, pero lo es más aún en la estructura de juego de Nacho Moyano, con un reparto de tareas muy marcado en la búsqueda del engranaje perfecto.

Si las ausencias de Santi y Martín tienen un peso descomunal en defensa, la aportación ofensiva de ambos tampoco era desdeñable. Martín, que en un principio no estaba llamado a ser el primer pivote ofensivo –sobre el papel Chaparro era el destinado a asumir esa función, como el año pasado hizo Asensio– se hizo por rendimiento con esa posición, acumulando muchos minutos. Y Santi era una solución más que notable para toda la primera línea cuando se buscaba una mayor verticalidad en las acciones.

El club tiene claro que el futuro del Cangas pasa por fichar a dos sustitutos, pero el mercado no ofrece demasiados nombres, y menos al precio que puede pagar la entidad que preside Alberto González. Con todo, la búsqueda continúa y tendría que ofrecer alguna solución en las próximas horas.

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