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Balonmano - Liga Asobal

El Frigoríficos se ahoga en su impotencia

Las 19 pérdidas de balón hipotecan a un Cangas que recuperó su espíritu defensivo

Alberto Martín lanza a puerta en una acción del encuentro de ayer en O Gatañal. | // SANTOS ÁLVAREZ

El Frigoríficos del Morrazo recuperó la intensidad pero no el acierto y acabó cayendo por 22-27 ante un Logroño que, más allá de su eficaz puesta en escena, tuvo el camino expedito por los innumerables errores ofensivos cometidos por los discípulos de Nacho Moyano. El Cangas perdió la friolera de 19 balones, llegó al descanso con únicamente 8 goles y en momentos puntuales se estrelló contra Jorge Pérez, que le sacó varios balones imposibles. Una combinación que hace del todo imposible sacar algo positivo en cualquier partido.

Y eso que el comienzo de los cangueses fue esperanzador. La defensa ofreció actividad y los dos primeros ataques acabaron en las redes visitantes. El 2-0 de inicio fue, sin embargo, un espejismo, pues los jugadores cangueses no fueron capaces de conectarse en ataque. Una exclusión a Martín facilitó la remontada riojana y mostró el diferente criterio arbitral en la señalización de juego pasivo, mientras las pérdidas de balón se acumulaban. Moyano pedía tiempo muerto para frenar la sangría (2-4, minuto 12). Pero de nada sirvió. Solo Brais ofrecía verticalidad en un ataque timorato, que regalaba el balón de modo muchas veces absurdo.

La defensa aguantó el marcador hasta poco después del ecuador de la primera mitad, pero luego el Logroño se disparó tras una discutible exclusión a Quintas (6-11, minuto 25). Entró en pista Fodorean y clavó el 7-11 llorando, un gol que no subiría al marcador hasta minuto y medio después por el desconcierto entre mesa y colegiados, que no dudaron sin embargo en mostrar la amarilla a Moyano por sus justas reclamaciones. Javi Díaz y la defensa apretaron los dientes, pero Jorge Pérez abortó un par de acciones claras y Fodorean erró el segundo penalti de la noche, el que hubiese servido para recortar más diferencias al descanso (8-11).

Brais es defendido por El Korchi en una jugada de ayer. | // SANTOS ÁLVAREZ

El arranque del segundo tiempo fue de pesadilla, con Del Arco regalando el balón en los dos primeros ataques, los que deberían haber permitido al Cangas meterse de nuevo en partido. El ex de Anaitasuna y Granollers está a años luz del jugador franquicia que debe ser. No es el único que no atraviesa su mejor momento, pero sí el más decisivo. El Logroño aprovechó los regalos y amplió su renta (9-14, minuto 35, con nuevo tiempo de Moyano).

A partir de ahí se acrecentó la sensación de impotencia. Las exclusiones del Logroño eran seguidas de las del Cangas, anulando la opción de jugar contra uno menos. Los locales, eso sí, recuperaban balones en defensa, donde Javi Díaz brillaba, pero ni explotaban las transiciones ni eran capaces en el otro lado de la cancha de encadenar siquiera un par de ataques con éxito. Y es que incluso cuando lograban posiciones claras de lanzamiento emergía la figura de un Jorge Pérez que acabó sacando cinco o seis balones increíbles. Con 13-19 en el marcador (minuto 46) Moyano quemaba las naves con su último tiempo muerto.

Los cangueses anotaron solamente ocho goles en el primer periodo

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Recurrió entonces a una primera línea formada por Brais, Gayo y Santi. Puso el 14-19 y luego Jorge sacó un contragolpe a Santi. Keita era excluido y menos de un minuto después Dorado lo acompañaba. La historia se repetía una y otra vez. El Cangas perseguía un imposible y solamente en los diez minutos finales, los que parecían de la basura, encontró los espacios detrás de la defensa visitante, permitiendo a Alberto Martín maquillar sus estadísticas. No se le puede reprochar nada al equipo en cuanto a carácter, pero sin un mínimo de acierto no hay éxito.

Cuatro jugadores encerrados en un ascensor antes del duelo

Fue la anécdota de la jornada más allá de la derrota en O Gatañal. Cuatro jugadores del Frigoríficos del Morrazo se quedaron encerrados en el ascensor del edificio donde viven tres de ellos alrededor de un par de horas antes del comienzo del encuentro. Las víctimas de este percance fueron Rares Fodorean, Lucas Aizen y Carlos Vilanova, que estaban acompañados por Rubén Soliño para desplazarse todos juntos hasta el polideportivo cangués.

Fue apenas un cuarto de hora el que permanecieron atrapados en el elevador, que se quedó a mitad de camino entre un par de plantas, aunque dejando espacio para poder salir. Eso les permitió abrir las puertas y abandonar el recinto por sus propios medios para poder llegar en tiempo y forma a los prolegómenos del choque.

Ficha técnica:

Frigoríficos del Morrazo: 22

Javi Díaz; Moisés, Brais (5), Quintas (1), Martín (6), Santi López y Vilanova (2) –siete inicial– Forns (ps), Rubén, Gayo (1), Chaparro (1), Dorado (3,2p), Gael, Del Arco (1), Fodorean (2) y Gael.

Logroño: 27

Jorge Pérez; El Korchi, Rubiño (1), Diocou (7,2p), Serradilla (5), Javi Rodríguez (4) y Cadarso (5) –siete inicial– Markelau (ps), Preciado (5), Kisselev, Keita, Ortiz y Palomino.

Marcador cada cinco minutos: 2-1; 2-3; 3-5; 4-7; 6-11; 8-11 (descanso); 9-14; 11-16; 13-18; 14-19; 17-23; y 22-27. Árbitros: Friera Cavada (Asturias) y Rosendo López (Galicia). Mal. Excluyeron por los locales a Martín (2), Dorado (2) y Quintas y por los visitantes a Serradilla (29, Kisselev y Keita. Incidencias: Unos 1.800 espectadores en el pabellón de O Gatañal.

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